MADRID 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
El director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, ha apelado al consenso entre la clase política para solucionar la actual situación de crisis que ha llevado a los hospitales públicos a contraer una deuda con los proveedores sanitarios de más de 9.000 millones de euros.
Según ha explicado en una entrevista a Europa Press, esta situación "no sólo está estrangulando la actividad de los proveedores", en este caso la industria farmacéutica, sino, añade, "también esta poniendo en peligro el nivel de prestaciones y la calidad del sistema público de salud".
Concretamente, según informaba ayer la patronal farmacéutica, la deuda por suministro de medicamentos a hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS) asciende a 5.191,9 millones de euros, un 10,8 por ciento más que a cierre de 2010. El motivo, recuerda Arnés, es que "históricamente los presupuestos públicos en sanidad son inferiores a las necesidades reales de nuestro SNS".
El problema, añade, es que "en los últimos años el desfase entre el gasto presupuestado y los gastos reales viene siendo de unos 5.000 millones de euros anuales, lo cual está provocando fuertes tensiones presupuestarias en las CCAA y como consecuencia se producen estas demoras tan elevadas en los pagos hospitalarios".
Al tratarse de una situación "generalizada" en todas las comunidades autónomas, que se viene produciendo desde hacer "bastantes" años, entiende que no se puede culpar a la mala gestión de los responsables comunitarios, sino que hay que ver el problema en su "origen" que es, repite, "la insuficiente dotación de recursos económicos" designados a la sanidad pública.
Además, con la actual situación del crisis económica, se ha visto agravada la falta de recursos, hasta el punto de "llegar a una situación extrema". "Si nuestra sanidad es la principal prioridad para los ciudadanos, como así lo evidencian todas las encuestas, debe serlo también en la inversión pública y dotarse a nuestro sistema de los recursos económicos necesarios para hacer frente a sus necesidades", advierte.
No obstante, entiende que la deuda contraída no pone en riesgo la confianza en España de los mercados internacionales, ya que se financia a través del sector y es una deuda reconocida y, por lo tanto, "computada en las cuentas públicas, así pues esta deuda no modifica los indicadores sobre el déficit público español".
Desde Farmaindustria se propone, entre otras medidas, revisar las partidas del gasto público priorizando la sanidad, ya que pesa un 6,5 por ciento de nuestro PIB y un 13 por ciento del Presupuesto público y, a juicio de Arnés, "algo que tiene ese peso no puede ser un problema"; establecer tasas finalistas específicas para sanidad que graven productos nocivos para la salud; y una mayor corresponsabilidad de los ciudadanos en el uso de los recursos.
"Las soluciones deben tomarlas los políticos, con imaginación y determinación, pero nosotros creemos que hay muchas posibilidades de actuación", advierte.