Farmaindustria advierte que la Ley del Medicamento puede causar desabastecimiento de fármacos

Actualizado: sábado, 25 noviembre 2006 13:33

BILBAO, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

El director general de la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica (Farmaindustria), Humberto Arnés, alertó hoy en Bilbao de las consecuencias "muy negativas" que para el sector farmacéutico tendrá el desarrollo de las medidas económicas incluidas en Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos, como el posible "desabastecimiento" de medicamentos, la destrucción de empleo futuro, la deslocalización de inversiones o el propio "decrecimiento" de una industria que emplea a 40.000 personas y aporta un 20 por ciento de las inversiones en materia de investigación y desarrollo (I+D) en España.

De hecho, según sus estimaciones, la aplicación de las medidas incluidas en esta ley, que el Ministerio de Sanidad está desarrollando en la actualidad, supondrá para el sector un crecimiento de tan sólo 1,7 por ciento en 2007, lo que en la práctica supone iniciar una senda de "decrecimiento", así como que en 2008 se cumplan cuatro años con incrementos anuales inferiores a los del Producto Interior Bruto (PIB), lo que, teniendo en cuenta que los precios de fármacos en España son "los más bajos de Europa", supone "castigar mucho al sector".

En el marco del IV Seminario de Industria Farmacéutica y Medios de Comunicación, que se celebra hoy en Bilbao, Arnés indicó que a pesar de que la redacción final de la Ley representa "impactos inferiores" a los inicialmente previstos, constituye un "castigo injustificado" al sector, máxime en un escenario de superávit público como el actual, y pidió al Gobierno que, a la hora de aprobar las normas que desarrollan esta ley, haga un "reconocimiento de la innovación", tanto en precios como en reconocimiento de los derechos de propiedad industrial, teniendo en cuenta que el farmacéutico es "el sector que más aporta al país en materia de I+D".

Tras calificar de "bastante agresivo" el sistema de precios de referencia incluido en la Ley, cuyas consecuencias empezarán a notarse a partir del próximo mes de marzo, Arnés criticó en concreto la "agresividad" de la rebaja del precio del 20 por ciento que fija la norma para todos aquellos medicamentos que lleven más de diez años en el mercado y cuenten con un genérico en otro país europeo. A su juicio, con esta medida "bastaría con que exista una sola presentación de ese principio activo en cualquier país europeo sólo un céntimo más barata para que todas las presentaciones tengan que bajar su precio un 20 por ciento".

RIESGO DE DESABASTECIMIENTO.

En este sentido, advirtió de que esta medida podrá tener "consecuencias de tipo sanitario", porque ante tal rebaja de precios la compañía responsable de uno de estos productos "podría dejar de fabricarlo en España", hasta el punto de que "podría llegarse al desabastecimiento de ese producto", y todo debido a una medida de carácter economicista.

Asimismo, Arnés censuró también que la Ley realice un "fomento obsesivo" de la prescripción por principio activo, una política que puede tener "consecuencias de todo tipo" y que además, desde su punto de vista, tendría que haberse formulado al revés, en el sentido de que a igualdad de precios se dispensara el medicamento de marca. "¿Qué sentido tiene discriminar uno frente a otro? En todo caso, que no se discrimine al original (a igualdad de precio); parece el mundo al revés", dijo.

Por otro lado, el director general de Farmaindustria se refirió también a la trazabilidad o seguimiento de los medicamentos, incluida también en la ley con el fin de evitar las llamadas "exportaciones paralelas" (venta en otros países europeos de fármacos adquiridos en España a precios más bajos), y en este sentido criticó que la norma no contemple el "retorno de la información" sobre los productos a la industria farmacéutica. "Queremos conocer los datos para aplicar los precios intervenidos cuando el producto va al Sistema Nacional de Salud y los precios europeos cuando los medicamentos van destinados al mercado europeo", explicó.

Otros de los aspectos de la regulación del sector que no gustan a la patronal farmacéutica son la tasa sobre ventas al Sistema Nacional de Salud, medida destinada a destinar más recursos a las investigaciones en el marco del Instituto de Salud Carlos III, o el abordaje de las patentes. En lo que se refiere a este último aspecto, Arnés consideró que se ha "perdido la oportunidad" de armonizar el marco español con el europeo.

DESLOCALIZACIÓN DE INVERSIONES.

Por otra parte, el director general de Farmaindustria estimó que aunque las plantas de fabricación de los laboratorios farmacéuticos radicadas en España "no se van a ir", el marco normativo fijado por la Ley del Medicamento sí influirá en las decisiones sobre inversiones que se tomen desde las sedes centrales de las multinacionales, que lógicamente apostarán por aquellos países donde el marco legal sea "favorable".

En consecuencia, la Ley supondrá "menos inversión en I+D, menos empleo (en el futuro) y menos crecimiento económico". "No sabemos si tiene sentido, por lo que se ahorra, lo que se pierde en materia de costes sociales", dijo Arnés, que agregó que "no compensa la política presupuestaria restrictiva con este sector" cuando actualmente "hay margen". "No hay necesidad".

Según sus datos, frente al periodo anterior a 2004, cuando la industria crecía en la misma magnitud o por encima del PIB, para este año al aumento apenas superará el 5 por ciento, frente al 7,8 por ciento del PIB, mientras que el crecimiento se limitará al 1,7 por ciento en 2007, lo que supondrá en la práctica "entrar en decrecimiento". Además, en el primer caso los genéricos verán aumentar sus ventas en un 19,9 por ciento, frente al 4,5 por ciento de los medicamentos de marca; mientras que en el segundo el aumento de los medicamentos originales será del 0,6 por ciento mientras que el de los genéricos ascenderá hasta el 14,2 por ciento. Para 2008, el gasto previsto crecerá al 6,9 por ciento, también por debajo del PIB.

La industria farmacéutica representa en España un mercado de 10.700 millones de euros (el quinto mercado europeo y séptimo mundial) del que forman parte 250 empresas y 40.000 empleados, según datos de la patronal. Además, destina a investigación 706 millones anuales (el 20 por ciento del total nacional), el 40 por ciento en colaboración con el sector público.