Los fármacos utilizados para el fallo cardiaco podrían utilizarse en el tratamiento de la aterosclerosis

Actualizado: sábado, 12 agosto 2006 16:46

MADRID, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los fármacos utilizados en la actualidad como terapia para el fallo cardiaco deberían ser considerados para el tratamiento de todos los pacientes con aterosclerosis, según un estudio del Hospital de Laval en Québec (Canadá) que se publica en la revista 'The Lancet'. El estudio sugiere que los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) podrían reducir el número de problemas graves circulatorios como el ataque cardiaco y el ictus en pacientes con aterosclerosis.

Según los expertos, los inhibidores de la ECA reducen la mortalidad y el ataque cardiaco en pacientes con fallo cardiaco. Tres grandes ensayos han evaluado el efecto de los inhibidores de la ECA en pacientes que no han tenido fallo cardiaco pero tienen aterosclerosis. Los científicos combinaron datos de estos tres estudios en los que participaron 29.800 pacientes. Los participantes habían sido asignados de forma aleatoria a tomar un inhibidor de ECA o placebo durante una media de entre cuatro y cinco años.

Los investigadores descubrieron que los inhibidores de ECA redujeron el riesgo de un rango de procesos que incluían la mortalidad de todo tipo (el 8,9 frente al 7,8 por ciento), ataque cardiaco no letal (6,4 frente al 5,3 por ciento), ictus (2,8 frente al 2,2 por ciento) y fallo cardiaco (2,7 frente al 2,1 por ciento) cuando se los comparó con el grupo placebo.

Al comparar estos resultados con aquellos de cinco ensayos en los que los inhibidores de ECA fueron utilizados para tratar el fallo cardiaco, los investigadores descubrieron que la reducción en el riesgo de mortalidad, ataque cardiaco y fallo cardiaco fue similar. Los autores concluyen que los inhibidores de la ECA son beneficiosos para pacientes con aterosclerosis, además de para aquellos con fallo cardiaco.

Según Pilles Dagenais, autor principal del estudio, el uso de inhibidores de ECA debería considerarse en todos los pacientes con enfermedad cardiovascular siempre y cuando puedan tolerar estos agentes y los beneficios absolutos sean provechosos.