MADRID 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
Dos equipos de investigadores, dirigido por el profesor Alastair Compston, de la Universidad de Cambridge, han evaluado la eficacia de un anticuerpo monoclonal llamado alemtuzumab, originalmente desarrollado para tratar la leucemia y otros cánceres del sistema inmunitario, en pacientes con esclerosis múltiple (EM). El estudio ha sido publicado en 'The Lancet'.
La EM afecta a alrededor de 100.000 personas en el Reino Unido, y a alrededor de 400.000 personas en los EE.UU. Las causas de la EM no son claras, pero la enfermedad se produce cuando el sistema inmunológico del cuerpo comienza a atacar el revestimiento de las fibras nerviosas, causando una variedad de síntomas que afectan a la visión, el movimiento, el equilibrio, el control de la vejiga y, finalmente, la memoria y el pensamiento.
Alrededor del 85% de las personas diagnosticadas con EM comienzan con una forma conocida como "remitente-recidivante", donde los síntomas aparecen de forma esporádica (una recaída), y luego se desvanecen, ya sea parcial o totalmente (remisión). Dado que actualmente no existe una cura conocida para la enfermedad, los medicamentos existentes tienen por objeto reducir los síntomas de la EM.
En un primer ensayo (CARE MS I), los investigadores compararon alemtuzumab con un medicamento llamado interferón beta 1a - la droga que más se utiliza actualmente para tratar la esclerosis múltiple - en un grupo de 563 pacientes que no había recibido todavía ningún tratamiento para la EM. Como resultado, los pacientes que recibieron alemtuzumab tuvieron casi la mitad de probabilidades de recaída en dos años que los que recibieron interferón.
En otro ensayo (CARE MS II) con 840 pacientes, los investigadores compararon alemtuzumab con interferón beta 1a en pacientes que ya habían sido tratados con interferón beta 1a o glatiramer (otro medicamento utilizado actualmente para controlar los síntomas de la EM). Como resultado, incluso en este grupo de pacientes refractarios, las tasas de recaída fueron significativamente menores en el grupo de alemtuzumab - el 35% de los pacientes que recibieron alemtuzumab sufrieron recaídas, en comparación con el 51% de los pacientes que recibieron interferón beta 1a.
Según el segundo ensayo, el alemtuzumab parece mejorar también el pronóstico de los pacientes en cuanto a la discapacidad relacionada con la enfermedad (como la pérdida de la coordinación o la capacidad de caminar). Sin embargo, en el ensayo CARE MS I, no hubo ninguna diferencia significativa entre los grupos en términos de acumulación sostenida de discapacidad.
Por otro lado, en ambos ensayos, los investigadores notaron que alemtuzumab parece aumentar el riesgo de ciertos trastornos autoinmunes, en particular los que afectan a la tiroides. Aunque estos efectos secundarios podrían ser graves, los autores señalan que pueden ser tratados eficazmente.
Alasdair Coles señala que "en la actualidad, no está claro cuál es la mejor terapia para tratar a personas con esclerosis múltiple. Ahora, este estudio muestra que, con la supervisión adecuada para reducir el riesgo de efectos adversos potencialmente graves pero tratables, el alemtuzumab ofrece una terapia eficaz a pacientes cuya esclerosis múltiple no ha sido controlada".