ESTOCOLMO (SUECIA), 16 (Salvador Alcaide/EUROPA PRESS)
El anticuerpo monoclonal bevacizumab ha demostrado ser igual de eficaz en el tratamiento del cáncer colorrectal con independencia de la mutación del gen k-Ras, el único biomarcador del que se ha comprobado su relación con este tumor, según se desprende de los últimos resultados presentados en el marco del 33 Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés) que se está celebrando estos días en Estocolmo (Suecia).
Más del 40 por ciento de los enfermos con cáncer de colon presentan mutaciones del gen k-Ras, de ahí que en el estudio de las nuevas terapias biológicas se haya tenido en cuenta este biomarcador para determinar una mayor adherencia al tratamiento. Sin embargo, los últimos datos del estudio CAIRO-2 han demostrado que este fármaco, en combinación con quimioterapia, ofrece un incremento de la tasa de supervivencia libre de progresión en un 82 por ciento en pacientes que no tienen mutado el gen, frente a un 69 por ciento en aquellos que sí lo tienen mutado.
Asimismo, en los pacientes con el gen k-Ras mutado la supervivencia global al ser tratados con bevacizumab, comercializado por Roche con el nombre de 'Avastin', fue del 46 por ciento, mientras que en los pacientes sin esta mutación genética la cifra ascendía a un 57 por ciento.
Tras estos datos, se confirma "una conclusión bastante consensuada" en la comunidad científica, destacó en declaraciones a Europa Press desde Estocolmo el investigador del Instituto Catalán de Oncología (ICO) Ramón Salazar, dado que la combinación de quimioterapia más bevacizumab demuestra ser "un estándar de tratamiento actualmente para todos los pacientes con cáncer de colon y con independencia con la mutación del gen k-Ras, porque el beneficio es igual con independencia de su estatus".
Sin embargo, uno de los objetivos de este estudio fue también el de comparar la combinación de este antiangiogénico más quimioterapia y otro anticuerpo monoclonal, cetuximab, después de que éste último hubiera ofrecido resultados esperanzadores en cáncer colorrectal en pacientes sin mutación del gen. No obstante, la combinación de estas terapias ofreció una supervivencia libre de progresión menor a la ofrecida por cada una de las terapias biológicas por separado.
A pesar de los datos negativos, Salazar no descartó que por separado y sin quimioterapia estos anticuerpos fuesen sinérgicos y mejoraran su eficacia, ya que "el problema puede haber sido que la quimioterapia haya diluido sus efectos". Asimismo, el presidente de ESMO, José Baselga, destacó en declaraciones a Europa Press la necesidad de desarrollar estudios comparativos que determinen qué terapia de las dos resulta más eficaz cuando el gen no está mutado.
MUCHO MARGEN DE MEJORÍA
Según destacó Salazar, de momento sólo se conoce un marcador genético, el k-ras, por lo que sería interesante descubrir nuevos marcadores que ayuden a seleccionar mejor los pacientes que van a responder mejor a las terapias. Además, este marcador predictivo "es más bien negativo", porque si está mutado va a haber pacientes que no respondan, mientras que de los que no la tienen sólo responden un 20 por ciento en monoterapia. Por ello, "hay mucho margen de mejoría para identificar nuevos biomarcadores predictivos positivos", aseveró.
De hecho, y a pesar de los resultados negativos de la combinación de bevacizumab y cetuximab, este investigador del ICO no descartó que el futuro esté en la combinación de moléculas dirigidas a nuevas dianas y, por otro lado, en la combinación de alguna de ellas con quimioterapia.
En este caso, destacó otros estudios presentados en ESMO'2008 sobre la combinación de bevacizumab más quimioterapia, que tras dos años de tratamiento ofrece una supervivencia en un 89 por ciento de los casos, duplicando los datos de supervivencia que ofrece el tratamiento quimioterápico (44 por ciento).
Además otros estudios han determinado que la supervivencia libre de progresión con esta combinación no está condicionada por la edad, ya que es prácticamente igual en pacientes mayores o menores de 65 años. De hecho, estos resultados han llevado a la comunidad internacional a afirmar que esta combinación aumenta el número de pacientes que pueden someterse a cirugía con intención curativa que hasta ahora eran considerados inoperables.