MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Chicago han descubierto que el bloqueador opiáceo naltrexona añadido a la combinación de terapia y parches de nicotina aumenta las tasas de abandono del tabaquismo en mujeres en casi un 50 por ciento. Los resultados, obtenidos ocho semanas después del tratamiento y que muestran que los hombres no responden ante el fármaco, se publican en la revista 'Nicotine and Tobacco Research'.
La naltrexona ayudó a reducir el deseo de fumar y disminuyó el malestar de la abstinencia en las mujeres del estudio. También redujo el aumento de peso que a menudo hombres y mujeres experimentan en el primer mes siguiente a dejar de fumar.
Los investigadores estudiaron 110 fumadores dependientes de nicotina que querían dejar de fumar. Los participantes habían fumado de media un paquete al día durante 25 años y habían intentado dejarlo en multitud de ocasiones.
Todos los voluntarios recibieron un tratamiento estándar integral que incluía sesiones semanales de una hora sobre conducta que comenzaron dos semanas antes de dejar el hábito y hasta cuatro semanas después de haber parado de fumar. Recibieron también parches de nicotina durante el primer mes de no fumar.
La mitad de los participantes también recibieron 50 miligramos al día de naltrexona oral, comenzando tres días antes de dejar de fumar y continuando durante ocho semanas después. La otra mitad recibió idénticas píldoras que no contenían medicación. Ninguno de los participantes ni de los investigadores sabía quién estaba recibiendo el fármaco.
La naltrexona funciona bloqueando algunos efectos de los narcóticos, como la morfina, y fue utilizada en origen para tratar a los adictos a la heroína. También ayuda a reducir las tasas de recaída entre los alcohólicos. Los científicos sospechan que el fármaco inhibe las señales químicas del cerebro que proporcionan placer cuando las personas utilizan fármacos como el alcohol o la nicotina. Cuando las recompensas inmediatas del alcohol o el tabaco son bloqueadas las personas informan de un menor deseo de consumirlos.
Según los investigadores, dentro del grupo de 52 sujetos que recibió naltrexona, tras ocho semanas de tratamiento, hombres y mujeres mostraban tasas de éxito comparables: el 62 por ciento de los hombres y el 58 por ciento en el caso de las mujeres. En contraste, entre los 58 sujetos que no tomaron el fármaco, el éxito continuó siendo alto en los hombres, un 68 por ciento, pero disminuyó significativamente en las mujeres, con sólo un 39 por ciento de ellas que habían dejado de fumar. Así que mientras las mujeres en el grupo de placebo tenía menores tasas de abandono del tabaquismo que los hombres, las mujeres que tomaban naltrexona tenían tasas similares a las del abandono del hábito en los hombres.
Estudios previos han descubierto que los tratamientos de reemplazo de la nicotina podrían ser menos eficaces para suprimir los síntomas de abstinencia en las mujeres, pero la combinación de los parches de nicotina y la naltrexona parece restablecer el equilibrio. La naltrexona ayudó a las mujeres, pero no a los hombres, a superar los efectos de la abstinencia de una forma más rápida. El deseo de fumar disminuyó con el tiempo en hombres y mujeres, pero disminuyó más rápido en las mujeres que tomaron naltrexona.
El fármaco también evitó el aumento de peso que suele producirse tras dejar de fumar. Aquellos que no tomaron naltrexona ganaron alrededor de 1,8 kilogramos en el primer mes tras dejar el tabaquismo y quienes tomaron el fármaco sólo aumentar alrededor del medio kilogramo de peso.
Cuando los investigadores evaluaron a los participantes seis meses después del tratamiento sólo una tercera parte de ellos había dejado de fumar. Por ellos los autores inciden en la necesidad de descubrir mejores vías para ayudar a quienes abandonan el hábito.