MADRID 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) han detectado que el lisinopril, un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina indicado para frenar la hipertensión, podría resultar eficaz para tratar la esclerosis múltiple, según un estudio realizado en ratones cuyos resultados aparecen publicados en el último número de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)'
El autor de la investigación, el neurólogo y experto en esclerosis múltiple Lawrence Steinman, comenzó sus trabajos hace siete años cuando su médico personal le recomendó este fármaco para bajar la tensión. Tras leer el prospecto, observó las propiedades antiinflamatorias del mismo y dedujo que éstas podrían ser útiles para frenar las lesiones autoinmunes del sistema nervioso que caracterizan la esclerosis múltiple.
Por el momento no se han realizado ensayos clínicos en humanos, pero los estudios en ratones con la misma dosis de lisinopril utilizada para la hipertensión han demostrado que esta terapia consigue frenar la parálisis en aquellos que no habían presentado síntomas e incluso reducir los efectos en aquellos enfermos más avanzados.
El motivo de ello podría ser el aumento de linfocitos T percibido en estos ratones, advierte Steinman, ya que estas células son responsables de coordinar la respuesta inmune celular.
Además, de confirmarse estos datos, se obtendría una alternativa terapéutica para una enfermedad para la que todavía no existe cura y los únicos tratamientos tienen un elevado coste.
El más efectivo hasta el momento es el anticuerpo monoclonal natalizumab, comercializado por Biogen con el nombre de 'Tysabri', pero las estimaciones coste-beneficio realizadas por Steinman advierten de que lisinopril "podría ofrecer las mismas ventajas a un precio considerablemente más barato".