LONDRES (REINO UNIDO), 13 (Reuters/EP)
Científicos del Centro Aptuit para el Descubrimiento y Desarrollo de Fármacos en Verona, Italia, han desarrollado un medicamento experimental que ha demostrado en ratas y monos su capacidad para bloquear determinados receptores cerebrales y reducir así su adicción a la nicotina.
Los resultados de dicho avance los publica en su último número la revista 'Neuropsychopharmacology', y sus autores reconocen que podría conducir al desarrollo de nuevos fármacos para ayudar a las fumadores a dejar el tabaco.
El fármaco en estudio, llamado 'GSK598809', pertenece a una clase de compuestos que bloquean un tipo específico de receptor de la dopamina en zonas clave del cerebro relacionadas con la adicción al tabaco. Inicialmente fue desarrollado por la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK), que sin embargo en 2010 decidió dejar de invertir en parte de sus proyectos de investigación neurocientífica, entre ellos este fármaco.
Sin embargo, un equipo liderado por el doctor Manolo Mugnaini continuó trabajando con este fármaco, que ahora forma parte de un proyecto de investigación que usa controles cerebrales por imágenes para explorar los mecanismos del cerebro que están detrás de la impulsividad, el estrés y la adicción.
Estudios previos han demostrado que la nicotina en el humo del tabaco aumenta la emisión del químico cerebral dopamina en el estriado ventral, el cerebro medio o mesencéfalo y el globo pálido, todas partes del cerebro que se cree que juegan un papel central en la adicción de los fumadores.
Mugnaini señaló que las pruebas con animales y estudios muy preliminares con humanos sugerían que 'GSK598809' bloquea los receptores de la dopamina en el cerebro conocidos como receptores D3, y ayuda a reducir la ansiedad.
"Esta es la primera vez que hemos tenido señales de eficacia en humanos con esta clase de medicamentos", dijo Mugnaini a Reuters.
Este experto asegura incluso que a través de varias técnicas de imagen que muestran el fármaco yendo al blanco esperado, el subtipo D3 de receptores de la dopamina, "en zonas cerebrales que juegan un rol clave en la adicción a la nicotina", agregó.
El autor ha destacado que, siguiendo el modelo basado en la toma de imágenes cerebrales, se puede controlar la actividad del medicamento en humanos de una manera eficaz.