LONDRES, 5 Nov. (Reuters/EP) -
La Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA) ha ofrecido al Gobierno de Grecia limitar la cantidad de dinero que debe pagar por los medicamentos, en un intento por solucionar un problema que amenaza el suministro a los pacientes y las ganancias de las empresas del sector.
En una carta enviada a los ministerios de Sanidad y Finanzas, la EFPIA ha ofrecido al Gobierno griego limitar a 2,88 billones de euros el gasto farmacéutico de 2012, a cambio de que se comprometa a pagar la deuda acumulada y de que evite nuevos retrasos en los pagos.
En virtud del acuerdo comercial, las farmacéuticas estarían sujetas a una cláusula de recuperación, si el Gobierno griego rompe el techo de gasto, a través de su participación en los mercados del país heleno.
El director general de la EFPIA, Richard Bergstrom, ha explicado que el acuerdo es una muestra de la situación actual, en la que las farmacéuticas han visto reducidas sus ganancias debido al aumento del precio de los medicamentos, que ha expulsado del mercado a muchos consumidores, y a los impagos gubernamentales.
"El establecimiento de un techo de gasto no es algo que nos hubiera gustado en el pasado, pero dada la situación actual, es mejor hacerlo y garantizar cierta estabilidad en el mercado", ha dicho Bergstrom en una entrevista telefónica con Reuters.
En una muestra de las dimensiones que está adquiriendo el problema farmacéutico en Grecia, las empresas alemanas Biotest y Merck KGaA han dejado de proveer de productos de plasma sanguíneo y antitumorales, respectivamente, a los hospitales helenos.
El acuerdo podría extenderse a otros países. "Hemos sugerido lo mismo a otros gobiernos en el marco de la crisis económica y financiera", ha revelado el director general de la EFPIA, sin detallar cuáles.
Hasta ahora, el acuerdo se ha implementado en términos similares en Irlanda y Portugal, los otros dos países, además de Grecia, rescatados por la 'troika' --Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Central Europeo (BCE) y Comisión Europea-- y en Bélgica.
El jefe ejecutivo de la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK), Andrew Witty, advirtió la semana pasada de que no era "razonable" que los gobiernos europeos siguieran exprimiendo a la industria sin tener consecuencias.