ROMA, 19 May. (EUROPA PRESS) -
La Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) alertó de que los europeos "en algunos aspectos, se alimentan peor ahora que hace 45 años", y que incluso en los países del sur se está deteriorando la llamada "dieta mediterránea".
"La calidad de la dieta en la Unión Europea se ha ido deteriorando gradualmente y se ha hecho demasiado rica en grasas, particularmente en grasas saturadas, azúcar y colesterol", aseguró el economista de la FAO Josef Schmidhuber, durante una presentación de datos procedentes de un estudio que cubre el período 1961-2002 y que hace por lo tanto referencia a los 15 socios europeos, antes de la última ampliación.
Schmidhuber intervino en una conferencia de dos días que ha reunido a representantes de los países incluidos en las Oficinas regionales para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la FAO, según informó esta agencia en un comunicado.
Entre estos datos, una señal positiva es que en 2002 la población de la UE comía más frutas y verduras, según Schmidhuber. Por otro lado, afirmó que aunque la población en los países mediterráneos "tiene en general una dieta más saludable que en otras regiones europeas, pero también presenta claros signos de deterioro".
Por su parte, el director regional para Europa de la OMS, Marc Danzon, destacó que "es un hecho lamentable que el sobrepeso y la obesidad afecten a los sectores más pobres de la sociedad y con consecuencias a largo plazo en uno de sus grupos más vulnerables: los niños".
"Todos deberían tener acceso a alimentos saludables y las políticas gubernamentales deberían apoyar tanto su disponibilidad como el acceso en Europa", añadió.
Según los datos de las agencias de la ONU, la obesidad es uno de los grandes problemas de salud pública en el Siglo XXI. Su incidencia se ha triplicado en muchos países europeos desde los años 80, y el número de afectados --en especial niños-- continúa creciendo de forma alarmante. La obesidad es responsable de entre un 2 y un 8% por ciento de los costes sanitarios y de entre un 10 y un 13% en diferentes regiones de la UE.
Por su parte, el nutricionista de la FAO Guy Nantel explicó a los participantes que la obesidad no se limita a los países ricos y desarrollados, sino que se está convirtiendo rápidamente en un problema también para las naciones en desarrollo. Ello les sitúa ante una doble reto, ya que la subnutrición convive codo con codo con la sobrealimentación y la obesidad.
La adopción de la dieta del mundo occidental y un tipo de vida cada vez más sedentario han hecho subir con rapidez los índices de obesidad en los países en desarrollo, en un problema que afecta en especial a las mujeres, afirmó Nantel.
La FAO considera que había 852 millones de personas malnutridas en el mundo en el período 2000-2002, mientras que la OMS calcula que hay unos 300 millones de adultos obesos, y de ellos 115 millones en los países en desarrollo.
Nantel citó el ejemplo de China, en donde la sobrealimentación ha llegado a un punto en el que el 23 por ciento de la población adulta es obesa o tiene sobrepeso, y las enfermedades relacionadas con la dieta se han convertido en la principal causa de mortalidad.
Una solución parcial para el problema sería que la gente comiera más frutas y verduras, según aseguró en la reunión Eric Kueneman, Jefe del Servicio de Cultivos de la FAO. "La FAO promueve de forma activa la producción de frutas y verduras en beneficio de la salud y para generar ingresos para los campesinos", señaló Kueneman.
Añadió que una iniciativa conjunta FAO-OMS existente en este campo representa "una buena posibilidad para una cooperación más amplia en los sectores de la salud, la educación y la agricultura", según la FAO.