MADRID 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, en colaboración con el National Institutes of Health (NIH) y Bioibérica Farma, han descubierto que los familiares directos de pacientes con una prótesis de rodilla tienen el doble de riesgo de sufrir una artrosis severa y acabar necesitando un implante.
Así se desprende de los resultados de una investigación presentados en el Congreso de la Sociedad Internacional de Investigación en Artrosis (OARSI, en sus siglas en inglés) que se celebra estos días en Filadelfia (Estados Unidos).
Para dicho estudio se analizó la historia clínica, familiar y genética de 5.000 pacientes de Utah que, entre 1996 y 2007, se sometieron a una artroplastia total de rodilla.
De todos ellos, se identificaron 91 familias que tenían, en su genealogía, por lo menos 5 casos de artrosis severa, definida como casos que requirieron artroplastia total de rodilla.
En una segunda fase del proyecto, se extendió la búsqueda a los registros hospitalarios estatales, realizándose posteriormente un mapeado genético de todos los registros codificados como artroplastia total de rodilla debida a la artrosis en los últimos 10 años.
Finalmente, se calculó el riesgo atribuible por grado de conexión y se vió que "los parentescos con mayor grado de consanguinidad hasta el nivel de primos segundos son los que tienen un riesgo estadísticamente más elevado de padecer la enfermedad", ha explicado el profesor Allen Sawitzke, reumatólogo e investigador del estudio en la Universidad de Utah.
"Los resultados nos pueden ayudar a identificar pacientes con un riesgo relativo elevado a padecer artrosis y así poder pautarles un tratamiento específico con el fin de prevenir o frenar la progresión de la enfermedad. Además, abren la puerta a la investigación de nuevos biomarcadores que permitirán en un futuro identificar a los pacientes respondedores a un tratamiento determinado", ha explicado.
Tras estos resultados, los autores del estudio tienen previsto iniciar una tercera fase en la que se pretende realizar una caracterización fenotípica de los pacientes con artrosis severa de rodilla reclutados en la primera y en la segunda fase, así como otros miembros de las familias afectadas.
El objetivo es realizar un estudio para el desarrollo de biomarcadores en este tipo de población. "Según mi punto de vista, los biomarcadores genéticos son actualmente los mejores marcadores de la artrosis porque el muestreo es fácil, los resultados son estables y las normas referentes al origen étnico o racial se pueden definir para permitir la interpretación.
Además, "los costes están disminuyendo rápidamente y tienen utilidad para objetivos de diagnóstico, terapéuticos y de eficiencia", concluye este experto.