MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad estima que un 15 por ciento de los españoles padecerá una enfermedad mental a lo largo de su vida y, aunque con un correcto diagnóstico la mayoría de estos trastornos son tratables, la falta de recursos e investigación está repercutiendo en un "peor conocimiento y control" de los mismos.
Así lo asegura, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental que se celebra el lunes 10 de octubre, el director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), Celso Arango, quien lamenta la falta de inversión en investigación "sobre todo lo que tiene que ver con el cerebro y los trastornos psiquiátricos".
Es más, señala este experto en declaraciones a Europa Press, "por cada euro que se destina a la investigación de estos trastornos, se destinan cinco a Oncología (...) pese a que las enfermedades mentales producen más incapacidad que todos los tumores juntos".
La falta de recursos y programas específicos ha sido uno de los grandes hándicap con los que cuentan las enfermedades mentales en todo el mundo, según ha reconocido la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), como recuerda el psiquiatra Manuel Desviat, antiguo consultor de este organismo de Naciones Unidas.
Sin embargo, el caso de España es "una gran tragedia", alentado además por una "errónea percepción" de cómo deben organizarse los recursos sanitarios.
"Estos pacientes no sólo requieren una atención médica individualizada, sino también otro tipo de cuidados", señala este experto, también en declaraciones a Europa Press, recordando que estos son incompatibles "con el modelo actual de grandes hospitales y atención de agudos".
Además, la falta de inversión también retrasa el diagnóstico temprano de estas enfermedades, cuyos primeros síntomas "debutan en muchos casos por debajo de los 18 años", añade el director científico del CIBERSAM.
LOS TRASTORNOS EN EDAD JUVENIL, LOS MENOS DIAGNOSTICADOS
Como recuerda el profesor Arango, cuanto menor es la edad de estos pacientes mayor es el infradiagnóstico y el número de pacientes no tratados. De hecho, en pacientes en edad infanto-juvenil, el más del 70 por ciento está sin diagnosticar.
"Si se diagnostican en estadíos iniciales, el tratamiento es más eficaz. No tiene nada que ver diagnosticar un autismo a los dos o a los cuatro años, o una esquizofrenia a los 16 años o más adelante", explica.
El "problema", explica, es que España es todavía uno de los pocos países de Europa donde no existe una especialidad de Psiquiatría infanto-juvenil --aunque el Ministerio de Sanidad ya ha tramitado su creación--, mientras que también hay muchos hospitales donde "todavía hay niños con estos trastornos que deben ser tratados en unidades de Psiquiatría de adultos, pese a no ser legal".
LA CRISIS LLENA LAS CONSULTAS DE PACIENTES
Además, en los últimos años el impacto de la crisis económica también ha repercutido sobre estas enfermedades, generando un aumento en las consultas de pacientes "disgustados" con su situación personal. "Cualquier factor estresante puede ser causante de un trastorno mental", reconoce Arango, puntualizando que "afecta más a unas patologías que a otras", como la ansiedad o la depresión.
El director científico del CIBERSAM reconoce que cualquier pérdida de trabajo va asociada con una sensación de disgusto. No obstante, alerta de que hay que ser vigilantes porque "aunque para algunos este proceso pasa o se vuelve un revulsivo, como le sucedería a Steve Jobs cuando dejó Apple, hay un pequeño grupo que puede desarrollar trastornos más serios".
"No hay patología mental sino desesperación personal", añade Diavet, quien asegura estar viendo en sus consultas "verdaderos muestras de lo que ha conseguido la crisis: personas con un trauma porque llegan sin trabajo o sin posibilidades de prosperar, que no encuentran salidas".