BARCELONA 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
La falta de recursos económicos y de arraigo cultural serán determinantes en la salud de los inmigrantes cuando envejezcan, según un estudio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), dado a conocer hoy.
El director del estudio, jefe del Servicio de Prevención y Atención a las Dependencias de la ASPB, Josep Maria Mansà, señaló que "no hay datos sobre cómo es la salud de los inmigrantes ancianos porque actualmente en España los inmigrantes son jóvenes" y, además, "falta investigación sobre salud e inmigración", añadió.
El trabajo recorre a las experiencias en inmigración y envejecimiento de países con Estados Unidos o Canadá que recibieron el impacto migratorio hace décadas y que ponen de manifiesto que la salud mental es la más afectada.
"Los inmigrantes ancianos presentan un mayor grado de malestar psicológico y de trastornos depresivos que los ancianos autóctonos y esto se asocia a factores como tener bajos niveles de ingresos, haber migrado recientemente, estar a cargo de nietos y tener problemas personales o legales", entre otros, señala el análisis.
EL 15,9% DE LA POBLACIÓN BARCELONESA ES INMIGRANTE.
En Barcelona, la población inmigrante supone el 15,9% de la ciudadanía y en España el 8,39% de la población a fecha del año pasado.
Por todo, Jansà concluyó que "hace falta que la atención a las personas de la tercera edad de origen inmigrante afincadas en nuestro entorno incorporen aspectos transculturales tanto en el ámbito de la enfermería, como la psiquiatría, gerontología y trabajo social".
El autor considera necesario que los profesionales de la salud empiecen a incorporar estos aspectos en su formación y atención hacia el inmigrante.
Recordó también que "los inmigrantes que envejecen, además de las necesidades de salud vinculadas al envejecimiento, se verán seriamente afectadas por la falta de redes sociales de apoyo, la falta de identidad respecto a sus culturas de origen y unas condiciones de vida duras mantenidas durante años y una menor capacidad económica".