MADRID 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los consumidores deberían estar protegidos ante las pretensiones "poco realistas" y las "malas interpretaciones" que pueden derivar del uso de los nuevos test genéticos "domésticos", que han comenzado a venderse al público general en Estados Unidos a través de anuncios en televisión, prensa e Internet, según advierte la revista 'New England Journal of Medicine' en su último editorial.
Para el doctor James P. Evans, genetista de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos), la venta directa de estos productos "proporciona a cualquier persona el acceso a una información genética sin la necesidad de que intervengan médicos o compañías aseguradoras en el proceso".
Sin embargo, apunta Evans, "es responsabilidad de los profesionales médicos el asegurar que la rápida evolución tecnológica en el campo de la genética sea encauzada para que el público no se encuentre con productos que, en apariencia, ofrecen más de lo que realmente pueden aportar al consumidor".
En su artículo, titulado 'Preparando al consumidor para entrar en la era genómica', este experto y su equipo vaticinan que, "en el futuro, podría ocurrir que el papel principal de los profesionales sanitarios fuera el de interpretar los resultados de los test genéticos domésticos de sus pacientes y en darles las pautas adecuadas a seguir para comprenderlos".
Aunque los científicos admiten que el consumidor tiene derecho al acceso directo a estos productos, advierten de que, "en muchos casos, existen pocos o nulas pruebas sobre la validez clínica de estos test desarrollados con la nueva tecnología genética".
En este sentido, el doctor Evans achaca esta falta de evidencia científica al alto coste que requieren los estudios clínicos que prueben su eficacia y a la laxitud que muestra la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) a la hora de permitir la publicidad y la comercialización de este tipo de productos.