MADRID 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los expertos que participan en el simposio científico de la Fundación Lilly 'Marcadores moleculares en el tratamiento del cáncer: utilidad actual y perspectivas', que tendrá lugar en El Escorial entre el jueves y el viernes 27 de marzo, han destacado que la falta actual de muestras tumorales de calidad limita la investigación del cáncer y, por lo tanto, de los posibles tratamientos.
El director de la Unidad de Bancos Tumorales del Programa de Patología Molecular del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), el doctor Manuel Morente, señaló en la presentación del simposio que "hoy en día faltan muestras de calidad tratadas con una serie de procedimientos estandarizados", y apuntó que es necesario que "todos los biobancos del mundo puedan utilizar los mismos métodos para que se pueda comparar".
"Se pueden tener buenas ideas, métodos, buena tecnología y conexión con los mejores expertos, pero hace falta una pieza básica, que son las muestras tumorales y de individuos sanos, con las que se pueda trabajar", destacó este experto, y añadió que "si no se poseen muestras de una calidad contrastada, adecuada a los que se quiere estudiar, hasta que no se haya demostrado que se trata de un marcador robusto, esto no pasa al mundo clínico".
En este sentido, indicó que "si hay sesgos de metodología el resultado no es válido. Suponemos que muchas de las discordancias en muchos estudios de alto nivel, o el ruido de fondo que sale en estas investigaciones, se debe a que la calidad de las muestras no es homogénea, por lo que este es el gran reto", precisó.
Respecto a los biobancos, el doctor Morente apuntó que tienen un aspecto muy amplio de trabajo, una regulación legal estricta, y han de que responder a unos procedimientos éticos concretos. "Somos los encargados de preservar los derechos de los pacientes en cuanto a la cesión de muestras, y blindar muestras de calidad a los investigadores, pero esta nueva disciplina necesita mucho mayor desarrollo, y mucho apoyo, porque los retos metodológicos son muy amplios, sobre todo si se busca el rigor".
Por su parte, el director del Programa de patología Molecular del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), el doctor Miguel Ángel Piris, explicó que lo que está permitiendo avanzar en el proceso son los marcadores tumorales. "Son los vectores del progreso en la investigación, nos permiten identificar enfermedades precisas, de forma que cuando viene un paciente se reconoce la enfermedad concreta que padece y se le asigna el mejor tipo de tratamiento posible", destacó.
DETECCIÓN DE MUTACIONES GRACIAS A LA SECUENCIACIÓN DEL GENOMA
Asimismo, añadió que aproximadamente en cáncer hay entre un 45 y un 50 por ciento de pacientes para los que no hay un tratamiento adecuado, por lo que señaló que "reconocer estos marcadores es esencial para poder desarrollar el esfuerzo de los investigadores experimentales, clínicos, o las compañías farmacéuticas, para conseguir las drogas que puedan curarlos".
En este sentido, apuntó que, para ello, se está realizando un esfuerzo en genómica. "Por primera vez en la historia de la humanidad podemos secuenciar el genoma entero de individuos o de piezas tumorales de cáncer, y esto nos ha permitido conocer que el cáncer es más complejo de lo que pensábamos, con un número de genes implicado más alto y, por lo tanto, con mayor cantidad de dianas terapéuticas", afirmó.
El doctor Piris apuntó también que "las células cancerosas tienen decenas de mutaciones, y afectan a muchísimos genes, de forma que el número de genes mutados en el cáncer actualmente está en el orden de entre 500 y 600, y es previsible que cuando estos estudios de genómica que están analizándose se consoliden este número esté en el orden de los varios miles".
Según precisó, esto significa que el número de dianas terapéuticas está creciendo, y la complejidad para tratar a los pacientes cancerosos se está incrementando, además de que se trate de un proceso lento.
Los expertos señalaron que en 2009 se diagnosticarán 12 millones de nuevos casos de cáncer en el mundo, y siete millones de personas fallecerán por esta causa. De los pacientes diagnosticados, se estima que en España serán cerca de 200.000.