MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
Cada año fallecen en España alrededor de 1.300 personas de un infarto agudo de miocardio debido a la falta de coordinación dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) existente en la mayorías de las comunidades autónomas, según han afirmado los especialistas de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) durante la presentación de la iniciativa 'Stent for life'.
De acuerdo con los datos facilitados por la SEC, cada año se producen en este país unos 70.000 infartos, de los cuales 43.000 llegan vivos al hospital y cerca de 26.000 fallecen en el camino. La puesta en marcha de programas que fomenten el uso de angioplastias primarias en todo el SNS reduciría esta última cifra un 5 por ciento, reduciendo además los posibles efectos secundarios y las recaídas, aseguran los cardiólogos.
Sin embargo, "España está en el vagón de cola en Europa respecto a la aplicación de esta técnica (...) y no es un problema ni de recursos económicos, ni humanos; es un problema organizativo del propio el SNS", afirma el presidente de la SEC, el doctor Carlos Macaya, que ha presidido la firma de adhesión a esta iniciativa de todas las sociedades científicas filiales de la SEC con el objetivo de "lograr un mayor compromiso de la política sanitaria española" con los pacientes infartados a través de programas preventivos como 'Stent for life'.
En total, se realizaron el pasado año en España 13.395 angioplastias primarias, una técnica quirúrgica que aspira el trombo y coloca una malla ('stent') para "abrir" la arteria obstruida. La angioplastia primaria, en las dos horas posteriores a un infarto, garantiza una efectividad del 90 por ciento, en comparación con el 55 por ciento de efectividad de los fármacos y el 60 por ciento ofrecido por la fibrinólisis.
Sin embargo, en la actualidad sólo cinco comunidades han implementado programas de atención a pacientes infartados con angioplastias: Navarra, Galicia, Murcia, Baleares y Cataluña que, seguidas del País Vasco y la Comunidad de Madrid, practican entre 150 y 300 angioplastias anuales por cada millón de habitantes. Por contra, comunidades como Asturias, Aragón y La Rioja practican menos de 100 angioplastias por millón de habitantes, mientras la Comunidad Valenciana y Andalucía no pasan de las 150.
Para los cardiólogos, la cifra recomendable para "alcanzar la media europea" sería la de 600 angioplastias primarias anuales por cada millón de habitantes, es decir, que España debería doblar su actual cifra hasta alcanzar las 27.600 intervenciones anuales para así distanciarse de las medias europeas más bajas, que corresponden a países como Turquía, Bulgaria, Serbia o Portugal.
17 MODELOS SANITARIOS DIFERENTES
Entre las principales barreras que se encuentran en la actualidad los profesionales para aplicar esta técnica, los expertos reunidos en el simposio de la SEC han destacado: la divergencia entre los modelos sanitarios de las 17 comunidades autónomas; la falta de conocimiento de este tratamiento por parte de los Servicios de Emergencias; la ausencia de una regulación en cuanto al transporte de pacientes con síndrome coronario agudo a los hospitales; el poco apoyo político e institucional y el escaso desconocimiento de la población general acerca de esta patología.
Según el presidente de la Sección de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista de la SEC, el doctor Francisco Javier Goicolea, "ahora que se sabe que la angioplastia es el mejor tratamiento, siempre que se pueda proporcionar con rapidez y un equipo médico disponible las 24 horas, es necesario crear un plan de actuación que proponga cómo proceder ante un infarto que se produce en un lugar y momento determinado y con unos recursos y condiciones médicas concretas, tal y como ya se ha hecho en otros países".
CONTRADICCIÓN CON EL ESPÍRITU DE EQUIDAD DEL SNS
"No puede ser que en una comunidad se practiquen hasta diez veces menos angioplastias que en la comunidad vecina (...) es una contradicción con la vocación de equidad del SNS", señala el doctor Goicolea. En esta misma línea, el director de la iniciativa 'Stent for life' en España, el doctor Manel Sabaté, ha añadido que "el problema organizativo en España debe solucionarse sentando en la misma mesa a profesionales sanitarios, políticos y responsables del transporte sanitario".
"Las barreras económicas no existen --asevera el doctor Sabaté-- no hacen falta más hospitales ni más salas de hemodinámica, sólo falta organización para que éstas funcionen 24 horas al día los siete días de la semana e implantar un teléfono único que evite que el paciente tenga que pasar por trámites hospitalarios innecesarios antes de ser atendido por los profesionales de hemodinámica".