La fallecida perdió un hijo en febrero por esta enfermedad

Actualizado: miércoles, 27 agosto 2008 13:26


MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -

La mujer fallecida en el Complejo Asistencial de León que se está investigando como caso sospechoso de la variante humana de la enfermedad de Creutzfeld-Jakob perdió a un hijo, de 41 años, por esta enfermedad el pasado mes de febrero. De hecho, constituye uno de los tres casos confirmados hasta ahora en nuestro país.

Según recordó hoy la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, el hijo de esta mujer falleció el pasado mes de febrero aquejado por la enfermedad de Creutzfeldz- Jakob, una de las dos víctimas contabilizadas hasta ahora en León por culpa de esta afección. El tercer caso confirmado se trata de una mujer de 26 años de Madrid.

De hecho, el Centro Nacional de Epidemiología y los servicios de vigilancia epidemolológica de las comunidades autónomas han identificado desde 2005 un total de tres casos confirmados de la nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, conocida como el mal de las vacas locas, en tres españoles de 26, 41 y 50 años residentes en Madrid y Castilla y León.

Según datos del Registro Nacional de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles Humanas, del Instituto de Salud Carlos III, actualizados hasta el pasado mes de mayo y recogidos por Europa Press, el caso de Madrid se registró en 2005, mientras los dos de Castilla y León se han producido este mismo año. Según las encuestas epidemiológicas, estas personas no habían viajado al Reino Unido ni recibido transfusiones de sangre o derivados sanguíneos, ni presentaban otros factores de riesgo para contraer la enfermedad.

El caso registrado en 2005 correspondía a una mujer de Madrid de 26 años que falleció en el Hospital de Alcorcón el 10 de julio de ese año. Los primeros síntomas le fueron detectados en noviembre de 3004, aunque la enfermedad no se le diagnóstico hasta el 5 de mayo de 2005, apenas dos meses antes de su fallecimiento. Se trató del primer caso confirmado en España y no se habían producido nuevos fallecimientos hasta este año, en esos dos residentes en Castilla y León de 41 y 50 años.