MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
El doctor Benoit G. Bruneau, investigador en el Gladstone Institute norteamericano, ha descubierto cómo la regulación de genes puede hacer que el corazón lata fuera de sincronización. Este hallazgo ofrece una nueva esperanza a los millones de personas que sufren de una condición cardíaca potencialmente fatal.
El artículo, que se publica esta semana en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', describe la identidad del regulador molecular que utiliza impulsos eléctricos para sincronizar cada latido del corazón.
Las anomalías en la sincronización de los latidos del corazón, llamadas arritmias, representan una posible causa de muerte para los 5.700.000 estadounidenses que sufren de insuficiencia cardíaca, una condición en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo. Al menos 300.000 personas mueren cada año de insuficiencia cardiaca en los Estados Unidos.
"Este estudio supone un avance importante en la comprensión de las arritmias cardíacas, que cuando se combinan con la insuficiencia cardíaca pueden ser letales", explica el doctor Deepak Srivastava, que dirige las investigaciones cardiovasculares en Gladstone.
"Esta es la primera investigación publicada sobre un regulador genético que coordina el tiempo de los impulsos eléctricos que hacen que el corazón lata correctamente", añade.
En muchos animales, incluyendo a los seres humanos, los impulsos eléctricos deben extenderse rápidamente y de manera coordinada a lo largo de una red especializada de células cardíacas para que el corazón pueda bombear sangre de manera eficiente al resto del cuerpo.
Un regulador genético, llamado Irx3, coordina estos impulsos. Cuando el doctor Bruneau y su equipo 'desactivaron' el gen Irx3 en ratones, el bombeo del corazón perdió su sincronía. Los impulsos eléctricos, que habitualmente siguen un camino rápido a través del corazón, mostraron dificultades para llegar a sus destinos. Los ratones desarrollaron arritmias ya que las cámaras del corazón perdieron la capacidad de latir a tiempo.
"Estos hallazgos tienen implicaciones potenciales para la prevención y tratamiento de enfermedades del corazón humano, una vez que entendamos mejor el papel del Irx3", afirma el doctor Bruneau.
"Una importante vía a explorar podría ser averiguar si los humanos con arritmias tienen mutaciones en el gen Irx3", continua Bruneau, "ahora que conocemos la importancia de este gen tenemos que profundizar más para descubrir si es posible el uso de una terapia de medicamentos para controlar los impulsos eléctricos que regula el Irx3."