MÉRIDA 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, ha justificado la decisión de mantener las restricciones entre el Puente de San José y hasta el final de la Semana Santa, tanto por el "incremento de casos" como por el aumento de la movilidad que se produce en esos días, y la presencia creciente de la variante británica.
De esta forma ha explicado Vergeles, en una entrevista en la Cadena SER recogida por Europa Press, la decisión que este pasado domingo adoptó el Consejo de Gobierno extraordinario de la Junta de Extremadura de mantener las medidas restrictivas aprobadas para el puente de San José y para Semana Santa, del 17 de marzo al 9 de abril.
Así, el consejero de Sanidad ha explicado que uno los motivos de esta decisión "tiene que ver con la incidencia, que desgraciadamente está subiendo", tras lo que ha confiado en que "sea solamente una subida controlada", ya que en la actualidad están "haciendo todo lo posible por ir por delante del virus con los cribados".
En ese sentido, Vergeles ha animado a toda la población a que cuando se momento un punto de cribado "asistan por favor a realizarse las pruebas, prácticamente son a demanda", ya que "van a tener muy poca molestia a la hora de realizarse las pruebas" y eso "ayuda mucho a la hora de detectar personas asintomáticas".
Y es que "incremento de la incidencia hay, y esto es algo que nos preocupa", de ahí la necesidad de tomar estas medidas "para que no se convierta en una nueva ola, si es posible", ya que según ha relatado el consejero de Sanidad, "el virus lo conocemos más, pero no lo conocemos lo suficiente", ha dicho.
Vergeles ha justificado esta decisión en que "viene una época de mucha movilidad", tanto en el Puente de San José como en la Semana Santa, ante lo cual hay que "intentar concienciar a la sociedad de que la movilidad que hay que hacer en estos momentos es la estricamente necesaria".
El tercer motivo para esta decisión de la Junta de Extremadura es la presencia de la variante británica del coronavirus "en un porcentaje mayoritario ya" en Extremadura, por lo que "el índice de contagiosidad es muchísimo más alto" por lo que "tenemos que adoptar medidas también" para evitar que haya aglomeraciones.
Por eso, desde este Puente de San José y hasta después de Semana Santa las mesas volverán a estar a un máximo de cuatro personas en el interior de los locales, mientras que el toque de queda se establecerá a las 22,00 horas.