MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Expertos en salud pública han reclamado una normativa integral que proteja a los menores ante el consumo de alcohol y de mensajes como 'consumo responsable', ya que insisten en que "no existe ningún nivel de consumo de alcohol que sea totalmente seguro para la salud".
La Fundación Alternativas ha organizado la presentación virtual de un decálogo y un documento de trabajo bajo el título 'Menores y
adolescentes sin alcohol: una perspectiva epidemiológica, económica y jurídica', elaborado por las investigadoras Francisca Sureda, profesora de Epidemiología y Salud Pública en la Universidad de Alcalá; Josefa Cantero, profesora titular de Derecho Administrativo en la UCLM; y Marta Trapero, economista y profesora titular en la Universidad Internacional de Catalunya. El evento contó con la participación de Joan Ramón Villalbí, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
El principal objetivo del trabajo es abordar el consumo de alcohol y aportar soluciones interdisciplinares para disminuir el impacto de esta sustancia "adictiva" que representa "un auténtico problema de salud pública". Los especialistas han señalado que el alcohol es la sustancia más consumida entre jóvenes de 14 a 18 años, y la aparición de la práctica conocida como "binge drinking", ingesta de la mayor cantidad posible de alcohol en el menor tiempo posible, "no ha hecho más que empeorar el problema".
Su consumo, han indicado los expertos, está considerado como una actividad social, algo a lo que contribuye la publicidad de bebidas alcohólicas, que proyecta una imagen distorsionada de su riesgo al relacionar la bebida con momentos de bienestar y disfrute. El documento destaca que las muertes por alcohol en población joven consumidora son mucho mayores que en los consumidores de alcohol en edad adulta, mientras que su consumo se asocia con el fracaso académico, así como con más de 200 problemas de salud, entre los que destacan el incremento de las lesiones, accidentes de tráfico, conductas sexuales sin protección, aumento de embarazos no deseados o mayor riesgo de enfermedades de transmisión sexual.
En este sentido, el informe recoge que el legislador debe tener un papel prioritario para abordar el problema. Además, la falta de información adecuada sobre los riesgos que provoca el alcohol
favorece su aceptación social y la normalización de su consumo entre los jóvenes, por lo que el documento recomienda realizar intervenciones específicas que adviertan de los daños que provoca el alcohol.
Asimismo, el informe revela que las diferencias de género en el consumo de alcohol están desapareciendo e incluso se observa una
reversión de las tendencias en los últimos años, toda vez que las mujeres comienzan a exhibir patrones de consumo cada vez más nocivos, algo a tener en cuenta en el diseño de políticas públicas para prevenir este aumento en el consumo de alcohol entre mujeres.
"La protección del menor nunca ha sido abordada como un verdadero problema de salud pública, sino como de orden público, seguridad vial, convivencia en la vía pública o de ruido y destrozos de mobiliario urbano y limpieza viaria", han señalado las autoras.
El decálogo publicado por la Fundación Alternativas ha recibido el apoyo de diversas organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la prevención del consumo de alcohol, especialmente entre los jóvenes, entre las que se encuentran: el Consejo de la Juventud de España(CJE), la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos(FEDADi), la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria(FAECAP), la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), la Fundación EDEX, el Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS) de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFyC) y la Sociedad Científica de Estudios sobre el Alcohol(Socidrogalcohol).
DIFERENCIAS ENTRE ADULTOS Y JÓVENES
Para Joan Ramón Villalbí, existe un "patrón de consumo
dual", protagonizado por personas mayores que beben alcohol "a diario" y, por otro lado, los jóvenes que no beben entre semana pero que durante los fines de semana llevan a cabo un consumo "intensivo" y se "intoxican".
Según ha reconocido, la regulación sobre el alcohol "no es tan fácil de adoptar como con otras sustancias", cuyas consecuencias negativas quedan muy en evidencia. Los efectos en la salud que provoca el alcohol son "complejos", ya que una minoría "desarrolla dependencia", que es "muy grave y destructiva", a nivel "personal y familiar", y la mayoría tarda años en "buscar ayuda profesional".
"El alcohol es un gran amplificador de las desigualdades sociales
Su consumo es más elevado en las capas de mayor nivel socioeconómico y mejor instruidas pero los efectos negativos son "muy superiores" en las capas menos favorecidas. En lo que se refiere a menores, el alcohol afecta de manera más negativa a su sistema nervioso, y el consumo se mantiene más allá de la mayoría legal", ha detallado.