MADRID 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Reumatología recoge en su página web ('www.ser.es') un decálogo para que los enfermos reumáticos tengan la mayor calidad de vida posible durante este verano y, por ello, aconsejan, entre otras cuestiones, que hagan ejercicio físico.
De esta manera, la actividad física y la contracción muscular favorecen la tonificación muscular, la estabilidad de las articulaciones y son los mejores estimulantes que existen para la formación del hueso en el esqueleto. En definitiva, "hay que hacer ejercicio físico, adaptado a la capacidad de cada persona, a su edad, situación cardiovascular y entrenamiento previo y patología afectada", argumenta el jefe de Sección de Reumatología del Hospital Universitario de Guadalajara (Madrid), el doctor Jesús Tornero.
Durante esta época del año, los afectados "suelen encontrarse mejor, con menos crisis y exacerbaciones de su dolor. Además, las personas que sufren osteoporosis por déficit de vitamina D son las que se ven más beneficiadas gracias a los rayos ultravioleta del sol", explica Tornero.
Así, en sus palabras, la radiación ultravioleta es fundamental para los huesos y los músculos. "Su falta favorece no solo la osteoporosis, sino también las caídas y fracturas ya que, en ancianos, produce una mayor debilidad muscular", señala este experto. Sin embargo, precisa que "no es necesario ponerse directamente al sol, la radiación ultravioleta dispersa a menudo es suficiente para activar la síntesis de vitamina D".
El calor favorece también la dilatación de los vasos sanguíneos por la relajación del músculo de la pared vascular. "Es por ello que en personas que presentan dolor de espalda y fenómeno de Raynaud, es decir, una condición que con el frío provoca palidez y dolor en los dedos, mejoran significativamente en verano. También la inflamación ya establecida se resuelve mejor cuando se le aplica calor y aumenta el efecto analgésico de algunos tratamientos", indica Tornero.
CUIDADO CON EL SOL EN ENFERMOS DE LUPUS
La radiación solar es activadora de las lesiones de algunas enfermedades reumáticas como el lupus eritematoso sistémico. En concreto, el sol puede ser un motivo desencadenante de algún brote de la patología y provocar reacciones fotosensibles como erupciones cutáneas, fiebre, fatiga, inflamación y dolor articular.
Por otra parte, cuando se viaja en coche o autobús durante una larga distancia en posición fija se favorece el remanso de la sangre especialmente en las extremidades inferiores. Este hecho puede inducir a la formación de coágulos y los episodios de trombosis venosa o embolia de pulmón, recuerda este experto, quien aconseja levantarse cada poco tiempo, caminar durante un rato y estirar las articulaciones.
Además, "es preciso beber mucho líquido pero hay que evitar el consumo excesivo de alcohol, porque este último produce vasodilatación en la piel y más pérdida de fluidos. Además la cerveza es muy mala para los pacientes que sufren gota, ya que favorece las reagudizaciones y ataques de esta patología", señala Tornero.
Por último, para este experto, "la lucha contra muchas enfermedades reumáticas empieza con el mantenimiento de un peso ideal que puede lograrse con una adecuada alimentación (dieta mediterránea). Y, no hay que olvidar que moverse y hacer ejercicio también contribuye a evitar la obesidad", concluye.