MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
Diferentes especialistas de neumología y cardiología han incidido, durante el evento IMPAHCT (International Meeting on Pulmonary Hypertension Clinical Treatment) organizado por el laboratorio farmacéutico Ferrer, en la importancia de tener protocolos que aceleren la derivación de personas con hipertensión pulmonar a centros especializados.
Datos recientes demuestran que, a pesar de los avances de los últimos años, el tiempo desde el inicio de los síntomas hasta el diagnóstico de hipertensión arterial pulmonar, por ejemplo, es de más de dos años. Ante esta situación, los especialistas han reclamado protocolos que aceleren la derivación y han destacado la necesidad de contar con un diagnóstico temprano y un enfoque integral en el tratamiento, lo que permitirá una atención más personalizada y efectiva.
Según el neumólogo y profesor en la Universidad Médica de Graz, Gabor Kovacs, "sería estupendo si los neumólogos y cardiólogos, cada vez que tengan una sospecha de que pueda ser hipertensión pulmonar u observen signos o síntomas que lo sugieran, derivaran a los pacientes a un centro especializado para acelerar el diagnóstico, permitiendo iniciar el tratamiento y mejorar su pronóstico y calidad de vida".
Asimismo, ha destacado la utilidad de que "la sociedad reconociera algunos de los signos de la enfermedad, como la sensación de falta de aire al practicar deporte, y los tomara en serio".
El evento también ha contado con la voz de la comunidad de pacientes a través de representantes de las principales asociaciones europeas, reforzando así el enfoque sobre las necesidades médicas y sociales no cubiertas.
Además, también se ha hablado acerca de las Guías de las Sociedades Europeas de Cardiología y Respiratoria 2022 sobre el diagnóstico y el tratamiento de la hipertensión pulmonar, que anticipan la utilización de prostaciclinas de uso parenteral. Estos avances representan una oportunidad prometedora para mejorar los resultados de las personas con hipertensión arterial pulmonar.
Según Jorge Cuneo, Chief Medical Officer de Ferrer, "estas enfermedades son de baja prevalencia y, lamentablemente, eso implica que existen numerosas necesidades médicas no cubiertas". "Además, la hipertensión pulmonar cuenta con unos índices de mortalidad muy elevados, por lo que es muy importante actuar de manera ágil y rápida, ya que un diagnóstico precoz puede suponer una gran diferencia para el pronóstico de la enfermedad", ha añadido.
La hipertensión pulmonar es una condición provocada por diferentes enfermedades caracterizada por el desarrollo de cambios moleculares y anatómicos en la circulación pulmonar que derivan en un aumento anormal de la presión en la arteria pulmonar (>30 mmHg).
Esta enfermedad afecta al uno por ciento de la población mundial (hasta 10% en personas mayores de 65 años) y más o menos el 80 por ciento de los pacientes afectados viven en países en vías de desarrollo.
Las enfermedades cardíacas del lado izquierdo y pulmonares se han convertido en las causas más frecuentes de hipertensión pulmonar.
El desarrollo de hipertensión pulmonar se asocia casi invariablemente con el empeoramiento de los síntomas y el aumento de la mortalidad, independientemente de la enfermedad subyacente.
Aunque no hay cura para algunos tipos de hipertensión pulmonar, se han dado pasos importantes en términos de conocimiento, terapia y pronóstico que han cambiado la perspectiva de la enfermedad, y el tratamiento puede ayudar a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Por otro lado está la hipertensión arterial pulmonar es una enfermedad rara cuya prevalencia está infraestimada puesto que en muchas ocasiones se considera hipertensión pulmonar. Se estima que, en Europa, afecta a entre 15-50 personas por cada millón de habitantes, de cualquier edad, raza, condición y sexo, aunque es más frecuente en mujeres que en hombres.
En la hipertensión arterial pulmonar, la presión alta en las arterias pulmonares ocasiona que el lado derecho del corazón se esfuerce más de lo normal y, con el tiempo, puede provocar insuficiencia ventricular derecha y muerte prematura.
