MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
Expertos de la Facultad de Ciencias la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la Universidad Politécnica de Madrid presentaron ayer una nueva "pirámide de la alimentación" específica para niños y adolescentes durante el XII Congreso Nacional de la Federación Española de Medicina del Deporte celebrado en Sevilla.
La pirámide consta de cuatro caras y, además de la alimentación, introduce la necesidad de adquirir "hábitos saludables" para prevenir futuros problemas de salud. Así, realizar cinco comidas al día comenzando con un desayuno "completo y equilibrado", ingerir líquidos en abundancia, practicar diariamente actividades deportivas y juegos, descansar, evitar el tabaco y el alcohol y cuidar la higiene, son algunos de los aspectos integrados en esta nueva pirámide, según informó hoy la Politécnica de Madrid en un comunicado.
El nuevo proyecto educacional incide en las cantidades de los alimentos que hay que tomar para cubrir los aportes diarios necesarios, así como en la importancia de realizar diariamente ejercicio físico junto a otras actividades más reposadas, y el descanso y sueño de los más pequeños como base de todas ellas.
En cuanto a la higiene, la pirámide promueve entre los niños y adolescentes "hábitos sencillos" como la limpieza bucal y corporal, la adopción de posturas correctas, masticar bien los alimentos, acudir periódicamente a revisiones médicas o evitar el tabaco y el alcohol, entre otros.
En nombre del equipo multidisciplinar de expertos en nutrición, salud pública, actividad física y deporte que han colaborado en la "construcción de la pirámide", su coordinadora, Marcela González-Gross, afirmó que lo que les movió a realizar este proyecto fue "detectar la necesidad de una herramienta educativa específica para los más jóvenes, destacando la importancia no sólo de la alimentación sino de la actividad física y de mantener en general un estilo de vida saludable".
Los expertos de la Politécnica responsables de su desarrollo apuntaron que el objetivo de la pirámide en la edad más temprana (entre 6 y 9 años) es contribuir a crear hábitos saludables, consolidarlos entre los 10 y los 13, y evitar que se pierda el estilo de vida saludable adquirido (de 14 a 18 años).