Consideran que "no es posible" que causara alteraciones en el sistema nervioso de las niñas en menos de media hora y lo achacan a un posible síndrome de conversión o la ansiedad
ANNECY (FRANCIA) , 21 (EUROPA PRESS)
Un grupo de expertos europeos, reunidos en el encuentro 'Seguridad en vacunación: evaluación, información y percepción', organizado por la Fundación Mérieux en Annecy (Francia), insistieron hoy en que la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) no fue la causa de la enfermedad de las dos jóvenes en Valencia y defendieron su aplicación.
En este sentido, los profesionales reunidos en el marco de la Semana de Inmunidad Europea estuvieron de acuerdo en que ambos casos fueron eventos "coincidentes" en el tiempo y que no tuvieron relación entre sí, pero que la demora en el diagnóstico acertado generó especulaciones.
"Se trató de una coincidencia en la misma ciudad, en dos niñas vecinas, tras la misma vacuna, pero no causada por ella", expuso la presidenta del Centro Neonatal de Vacunación en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), Claire-Anne Siegrist.
En concreto, los investigadores también coincidieron en aclarar que "no es posible" que la vacuna haya causado, en menos de media hora, alteraciones en el sistema nervioso de las niñas y que, al menos en uno de los casos, no se trató de convulsiones sino de un 'síndrome de conversión' o 'pseudo-epilepsia'.
El jefe del Área de Investigación en Vacunas del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP) de Valencia, Javier Díez-Domingo, explicó que la manifestación del 'síndrome de conversión' es, por sus características, "difícil de diagnosticar" y que ello demoró las conclusiones. Sin embargo, recordó que éstas se harán públicas en los próximos días, cuando las dé a conocer el comité de expertos que analiza los casos en Valencia.
DESENCADENANTE POR ANSIEDAD
Por otro lado, Díez-Domingo añadió que la vacuna "puede haber actuado como desencadenante" por efecto de ansiedad, pero no como causa, y subrayó que un síndrome es "un cuadro clínico cuyo origen es un estado de ansiedad". Además, otros especialistas europeos coincidieron en que la inmediatez de la reacción de las niñas a la dosis no fue "orgánica", sino que pudo ser "sincopal".
En relación con la controversia pública por el plazo de cobertura de la vacuna contra el VPH, el médico español expresó que la cobertura es "al menos de seis años", y resaltó que el hecho de que "no se sepa cómo funcionará después de ese lapso no significa que no funcione, sino que no se sabe aún".
Además, agregó que, como ocurre con el desarrollo de otras vacunas, se debe hacer a largo plazo un seguimiento. "En el peor de los casos, sólo puede ocurrir que sea necesaria otra dosis", dijo, y destacó que "es difícil" que dicha vacuna tenga efectos secundarios adversos tras varios años de ser aplicada. "Incluso, en el cuerpo no queda la vacuna, sino la memoria inmunológica", acotó.
En cuanto a la relación costo-beneficio, expresó que hay que hacer el balance considerando los beneficios de la aplicación en la población, y destacó que "las vacunas son los medicamentos más seguros", aunque "se les pide más seguridad que a otros porque se adjudican a gente sana".
Finalmente, en relación con el calendario de vacunación español que aplica cada comunidad autónoma, opinó que esa "desarmonización" tiene como principal consecuencia la "desigualdad en salud".
Entre el resto de los especialistas reunidos, la vacuna contra el VPH y los casos públicos recientes se enmarcaron en temas más amplios, como la seguridad de las aplicaciones, el miedo que despiertan las nuevas vacunas o la valoración de los riesgos. En este punto, Siegrist destacó que en los últimos años "se pasó del miedo a la enfermedad al miedo a las vacunas" y concluyó que lo importante actualmente es "comunicar confianza y transparencia" en las campañas.