El 90% de la halitosis se debe a problemas de la cavidad bucal y, de ellos, el 60% es por patologías periodontales
MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA), David Herrera, y la doctora Silvia Roldán, coordinadora del Simposio Europeo SEPA de Halitosis, que tendrá lugar este sábado en Madrid, han avisado de que se estima que el 90 por ciento de los pacientes con halitosis están "infradiagnosticados" o "infratratados".
Asimismo, los expertos han rechazado la idea de que el origen de esta enfermedad está en el estómago, asegurando que un informe de la SEPA, del que ambos son autores, ha mostrado que el 90 por ciento de los casos de halitosis tienen su origen en algún problema de la cavidad bucal y, de ellos, el 60 por ciento está asociado con algún tipo de patología periodontal, como gingivitis o periodontitis.
Además, el 40 por ciento de los casos está asociado con algún desajuste en el dorso de la lengua como consecuencia de un cúmulo de bacterias y, aproximadamente, el 7 por ciento está vinculado con alguna patología otorrinolaringóloga, siendo los niños los que más la padecen.
Se trata de una patología que afecta, aproximadamente, a un tercio de la población y que va mucho más allá de las implicaciones cosméticas dado que puede avisar sobre la presencia de otros trastornos de la salud. Su aparición se debe principalmente a la presencia de compuestos sulfurados volátiles en el aire expelido de la cavidad bucal.
De hecho, existen una serie de factores modificadores de la producción de estos compuestos malolientes, que van a modular tanto su calidad como su cantidad, como son la composición de la población bacteriana, las condiciones físico-químicas presentes en la cavidad oral, los sustratos proteicos y los aminoácidos.
Igualmente, la saliva es un importante factor modificador, dado que contiene componentes que interfieren en el metabolismo bacteriano, la adherencia bacteriana y la división bacteriana, pudiendo modular en parte la composición de los biofilm de la superficie de la lengua. Además, en el caso de una disminución de flujo salivar normal, los compuestos sulfurados malolientes se volatilizan con mayor facilidad y, por lo tanto, son más fáciles de percibir.
UNA "GRAN DESCONOCIDA"
Ahora bien, uno de los principales problemas de esta enfermedad es que es una "gran desconocida" tanto por parte de la sociedad como por parte de los profesionales sanitarios. De hecho, se estima que aproximadamente el 90 por ciento de los pacientes están infradiagnosticados o infratratados. Y es que, según ha comentado Herrera, existen muchos casos de pseudohalitosis, que es cuando no existe mal olor bucal pero el paciente cree que padece esta enfermedad.
"Esta situación está creando ciertos problemas en la clínica dental, dado que muchas personas acuden a la consulta porque creen que padecen halitosis y no la tienen y, además, aunque se les explique los motivos por los que su mal aliento no se debe a una halitosis siguen pensando que sí la tienen. En estos casos, se llama halitofobia y es necesario la ayuda de un psicólogo e, incluso, de un psiquiatra", ha apostillado el experto.
No obstante, también existen muchos casos en los que los pacientes sufren esta enfermedad y no son conscientes de ello. En este sentido, Herrera ha destacado la importancia que tiene que la sociedad se conciencie de la necesidad que hay de que informen al paciente cuando noten que tienen mal aliento y de que, además, haya una mayor formación por parte de los profesionales sanitarios con el fin de conseguir unos mejores y más óptimos tratamientos.
De hecho, según ha alertado Roldán, en "muchos casos" el desconocimiento por parte de los expertos sanitarios hace que los pacientes se sometan a pruebas "complejas e inútiles" para diagnosticar si tienen halitosis cuando, ha insistido, en muchos casos no la padecen. Por este motivo, ha proseguido, se va a celebrar este Simposio en el que se va a ofrecer información adecuada sobre esta enfermedad.
"Se abordarán los diferentes tratamientos disponibles, incidiéndose especialmente en los beneficios del tratamiento con 'Halita', un producto pionero en la terapia de la halitosis oral a nivel mundial y el primero que cuenta con evidencia científica suficiente sobre su efectividad en el control de la halitosis. También, se revisarán temas tan novedosos como la posible aplicación de probióticos en el tratamiento de estos pacientes o el uso de nuevas tecnologías para evaluar la calidad del aliento en las consultas odontológicas", ha explicado Roldán.
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO
Por otra parte, los expertos han explicado que para prevenir la halitosis es "fundamental" que los pacientes mantengan la cavidad bucal en un buen estado de salud y, en especial, que sus encías se encuentren sanas. Para ello, es necesario que realicen diariamente unas medidas de higiene adecuada que incluya, no sólo el cepillado dental, sino también una limpieza interdental mediante seda o cepillos interdentales y, además, se incluyan medidas de higiene lingual con raspadores especialmente diseñados para tal fin.
"Utilizar estos raspadores es muy importante porque producen menos reflejos nauseosos y controlan los sustratos, haciendo que haya menos proteínas en la boca como consecuencia de la descamación de las células y de las bacterias. Asimismo, es recomendable que las personas que lo padecen no consuman dietas hiperprotéicas porque pueden empeorar la halitosis", ha explicado Roldán.
Una vez que el problema es detectado, hay recursos terapéuticos que consiguen mantener controlada esta condición. Primero, según han informado los especialistas, hay que saber el tipo de halitosis, siendo el odontólogo el responsable de diagnosticar la halitosis fisiológica, patológica oral o pseudohalitosis, y el médico general o el especialista el que detecte los casos de la halitosis extraoral.
En concreto, el tratamiento de la halitosis oral tiene como objetivo disminuir el número de bacterias productoras de mal olor y presentes en el dorso posterior de la lengua, en los surcos o en las bolsas periodontales, reducir los sustratos proteicos disponibles que intervienen en el proceso metabólico de estas bacterias, y neutralizar la volatización de estos productos malolientes para que dejen de ser perceptibles.
En el caso de la halitosis genuina fisiológica, la consecución de estos objetivos terapéuticos se logra, fundamentalmente, realizando una limpieza y pulido dental profesional, explicando y reforzando las instrucciones de higiene oral, incluyendo las de cepillado, limpieza interdental, cepillos interproximales y limpieza lingual. Además, es necesario un colutorio específico que contenga productos antibacterianos que interfieran en la volatilización de los gases.
Por último, para tratar la halitosis genuina patológica oral, además de seguir todo el protocolo anterior, se debe tratar la patología periodontal, así como el resto de enfermedades orales presentes incluyendo caries abiertas, prótesis fijas y obturaciones sobrecontorneadas.
"Si no tratáramos la enfermedad periodontal subyacente, empeorarían ambas condiciones, tanto por la evolución lógica del proceso patológico como por el efecto nocivo que los compuestos sulfurados volátiles pueden ejercer de manera directa e indirecta sobre el periodonto", ha zanjado el vicepresidente de la SEPA.