MADRID 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
Expertos reunidos en una jornada organizada por la Fundación Formación y Futuro han destacado las ventajas clínicas de los biomarcadores en Medicina y el riesgo de inequidad en el acceso a los mismos.
Y es que, en las últimas dos décadas, gracias al extraordinario desarrollo de recursos tecnológicos y a la aportación de la farmacogenética, la inteligencia artificial (IA) o el Big Data, se está experimentando una irrupción masiva de nuevos marcadores que, a pesar de ayudar a superar muchas fronteras médicas y al avance de la medicina preventiva, predictiva y de precisión, también plantea nuevos desafíos.
Sobre estos avances y retos se ha centrado una jornada científica organizada por la Fundación Formación y Futuro, en colaboración con otras importantes entidades del sector sanitario, donde se ha puesto el foco en el acceso a los biomarcadores y su empleo a nivel clínico y de investigación biomédica.
"Un destacado elenco de expertos en diferentes ámbitos de la investigación básica y clínica, así como de otros sectores sanitarios, han mostrado las novedades y controversias en este ámbito, evidenciando las enormes contribuciones que suponen pero también la necesidad de adoptar medidas urgentes y mejoras en el acceso a estos recursos", según ha indicado el presidente de la Fundación, Fernando Casado.
Tal y como ha apuntado el presidente de la Asociación Salud Digital (ASD), Jaime del Barrio, en los últimos años se conocen "muchos más biomarcadores", capaces de predecir y pronosticar mejor, así como de guiar las intervenciones terapéuticas y de evaluar su impacto, todo lo cual nos ayuda a hacer un diagnóstico y tratamiento más personalizado". "Sin embargo, somos casi incapaces de gestionar tanta información", ha recalcado.
La realidad, según el catedrático de Medicina Molecular y director de Investigación del programa de Medicina Internacional en la Universidad George Washington, Fernando Vidal-Vanaclocha, se está en un momento de transición, de la medicina tradicional a una Medicina de Precisión, con una práctica clínica basada en el diagnóstico y tratamiento focalizado en biomarcadores moleculares y genéticos".
"Por lo tanto, esto no es ciencia ficción, es presente, y ya es una realidad cotidiana llevar a cabo estudios basados en biomarcadores para predecir el riesgo y/o para orientar sobre el mejor tratamiento para cada paciente", ha subrayado el director del Laboratorio de Biología Molecular del Departamento de Patología del Hospital Universitario de Vall d'Hebron (Barcelona), Javier Hernández Losa.
Sin embargo, esto plantea nuevos desafíos. Entre ellos, Vidal- Vanaclocha ha destacado la necesidad de desarrollar nuevas infraestructuras y modelos organizativos, repositorios de datos, procesos para compartir y analizar estos datos; resolver cuestiones económicas asociadas a la Medicina de Precisión y crear nuevos modelos de negocio que simultáneamente reduzcan los costes y que mejoren la calidad de los cuidados; impulsar la educación de los médicos para que se produzca una exitosa transición de la formación médica tradicional a una fundamentada en la Medicina de Precisión, facilitando así su implementación en la práctica clínica; y establecer cuándo y cómo los médicos deben usar las herramientas genéticas y moleculares en su rutina clínica y de una manera coste-efectiva.
El acceso fácil, universal y equitativo a estos biomarcadores de probada utilidad es, sin duda, uno de los aspectos que más preocupa a los expertos. "Hay mucha inequidad en la incorporación y/o disponibilidad de biomarcadores en España, con diferencias significativas y desajustes no ya solo entre Comunidades Autónomas, sino también entre hospitales grandes y pequeños. Se está luchando para que aquellos biomarcadores que cuentan con una utilidad demostrada se incluyan en la cartera de servicios", ha zanjado la oncóloga del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), Margarita Majem.