MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha realizado un hallazgo que incide en la teoría de que el esperma aporta al proceso de fecundación algo más que el genoma paterno, el único papel que se le reconoce en la actualidad, informó hoy el propio CSIC.
Los autores, afirma el CSIC en un comunicado, lograron "identificar la presencia de las taquicininas y de sus receptores en espermatozoides humanos, además de comprobar su implicación en la regulación de la fertilidad masculina". Estos resultados de la investigación, que aún está en curso, fueron publicados en la revista 'Human Reproduction'.
Los investigadores explicaron que el estudio busca la identificación de factores que regulan la fertilidad. "En este caso, han abordado temas relacionados con la motilidad, una de las funciones esenciales del espermatozoide, y uno de los principales métodos para diagnosticar la infertilidad masculina", agregó el CSIC.
El estudio, dirigido por la investigadora valenciana Luz Candenas, ha demostrado la presencia en espermatozoides de los ARN que codifican todas las taquicininas conocidas en humanos y que algunas de éstas se muestran capaces de modular la motilidad del esperma humano.
"El estudio también ha aportado nuevos datos sobre la maduración de los espermatozoides, un proceso que surge tras la eyaculación, durante el tiempo que residen en el tracto genital femenino, y que les permite adquirir la capacidad de fertilización", explicaron los investigadores.
Hasta hace poco, los espermatozoides eran considerados células silentes, cuya única función durante la fecundación se reducía a la aportación del genoma del padre. Sin embargo, estudios recientes han demostrado la presencia de un complejo repertorio de ARN mensajeros en el espermatozoide eyaculado, cuya utilidad aún se desconoce.