MADRID 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
Profesionales en el área de Nefrología, con motivo de la jornada 'Knowledge Exchange in Renal Care', celebrada con la colaboración de la compañía biotecnológica Shire y avalada por la Sociedad Española de Nefrología, han asegurado que el objetivo del tratamiento en enfermedad renal crónica debería ser el control del factor FGF23 para intentar reducir la mortalidad en los pacientes con enfermedad renal crónica.
Y es que, las alteraciones del metabolismo mineral del paciente con insuficiencia renal son responsables, entre otros problemas, de una mala función vascular y cardiaca, complicaciones que incrementan la mortalidad de los pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC).
"Estas alteraciones son muy complejas y en continuo cambio, pues existen muchos grupos estudiándolas, y que introducen avances casi constantemente. Además, el nefrólogo emplea tiempo y recursos en el control de las alteraciones del metabolismo mineral. Por todo ello, esta jornada es de gran interés para los especialistas", ha comentado el jefe de la Unidad diálisis del Servicio de Nefrología en Fundación Jiménez Díaz de Madrid, Emilio González Parra.
Entre las grandes novedades de la jornada, se encuentra los avances en la investigación de la implicación del factor fibroblástico 23 (FGF23) en estos pacientes. Al inicio de la ERC, se altera el metabolismo mineral porque el riñón es el principal órgano regulador del fósforo, elemento que es esencial, pero que si se acumula en el organismo resulta nocivo.
"Al disminuir su eliminación urinaria el paciente renal retiene fósforo, desencadenándose una situación de envejecimiento prematuro con aparición de alteraciones en el hueso y calcificaciones en otros tejidos no óseos, especialmente en los vasos sanguíneos, lo que incrementa el riesgo cardiovascular. Estas complicaciones cardiovasculares constituyen la principal causa de mortalidad en el paciente renal", ha enfatizado la investigadora/experta en metabolismo mineral del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, María Luisa González Casaús.
HORMONA QUE IMPIDE LA RETENCIÓN DE FÓSFORO EN EL ORGANISMO
Para controlar el balance de fósforo en el organismo, se produce en el hueso FGF23, una hormona cuya función es impedir que se produzca una retención de fósforo en el organismo. Ésta se eleva cuando se altera la función renal para forzar la excreción de fosfato en lo que queda de riñón sano.
Cuando hay valores de FGF23 excesivamente elevados en sangre, sabemos que ese paciente tiene más complicaciones con el fósforo, aunque aún sea normal en sangre, lo que indicaría la necesidad de instaurar el tratamiento. Además, diversos estudios muestran que los pacientes que tienen niveles "extremadamente aumentados" de FGF23, evolucionan peor y deben recurrir antes a la diálisis como tratamiento.
Por otra parte, y aun tratándose de un mecanismo compensador, el exceso de FGF23 puede pasar factura al organismo porque produce, entre otras complicaciones, fibrosis y aumento de la masa cardiaca. Esto justifica que estos pacientes muestren mayor mortalidad cardiovascular.
"La única forma de compensar la pérdida de eliminación de fósforo por orina al alterarse la función del riñón es controlar su absorción intestinal, inicialmente con una dieta restrictiva en proteínas, ya que son la principal fuente de fósforo. Para evitar desnutrición por la dieta se utilizan los quelantes del fósforo, fármacos que captan el fósforo de los alimentos evitando que se absorba en el intestino. Algunos quelantes reducen además los niveles sanguíneos de FGF23. El problema que se plantea es que los quelantes en general, y especialmente estos más potentes se indican cuando ya se encuentra aumentado el fósforo sanguíneo y en ese momento llegamos tarde porque nuestro paciente ya está calcificado", ha aseverado González Casaús.
Además de los tratamientos para controlar el fósforo y el factor FGF23, es importante que los pacientes sigan una dieta. "Restringimos el fósforo, el líquido y el potasio, y en pacientes con estadios 3-5, también las proteínas. Esta dieta es compleja ya que se debe evitar que el paciente se desnutra. Además, se debe buscar que no se pierda el sabor y que el paciente pueda disfrutar comiendo. Por ello, con los quelantes de fósforo, el paciente puede comer mayor variedad de alimentos y hacer que no se complique su día a día", ha zanjado.