MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
La pandemia del coronavirus va a incrementar el número de casos y defunciones por tuberculosis en el mundo o, al menos, así lo han asegurado diversos expertos durante la celebración de la 9 Jornada de Actualización de la Red TBS-Stop Epidemias.
"Se esperan de 200.000 a 400.000 muertes más por tuberculosis en 2020, y los modelos predicen un millón de casos más de tuberculosis por año de 2020 a 2025", ha detallado el expresidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y jefe del Servicio de Neumonología del Hospital San Juan de Dios de La Plata (Argentina), Andrés Luis Echazarreta.
A su juicio, esto será así debido a la caída del diagnóstico y tratamiento de casos de tuberculosis (cuarentena, hacinamiento); al impacto socioeconómico (reducción de los ingresos per cápita, malnutrición) y a la reasignación de recursos de la tuberculosis hacia la COVID-19.
Todo ello se suma a lo que ha expuesto como "causas clínicas de entorpecimiento del manejo de la coinfección por COVID-19 y tuberculosis", dado que la mortalidad es claramente mayor cuando ambas coinciden, entre esas causas, que la tuberculosis puede pasar desapercibida, que la Covid-19 por sí misma o por el tratamiento con inmunomoduladores puede reactivar la tuberculosis latente; que una tuberculosis activa podría predisponer a CoviD-19 grave, o incluso la interacción entre drogas utilizadas para las dos enfermedades.
Al igual que otros ponentes, Echazarreta ha querido incidir en la importancia, para hacer frente a estas epidemias, de atajar la pobreza "dada la predilección que parece que muestran ambas enfermedades hacia ella".
Algo que según el neumólogo será complicado, y más en los países de América Latina donde, exponiendo datos de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe, la pandemia supondrá un retroceso de 12 años en términos de pobreza, y de 20 años en términos de pobreza extrema. En concreto, en tan solo un año, para el conjunto de estos países la pobreza extrema pasó de representar en 2019 un 11,3 por ciento a suponer el 12,5 por ciento en 2020, incremento aún más acuciado para la pobreza, que ascendió de 30,5 por ciento a un 33,7 por ciento, según la misma fuente.
"Sin reactivación económica, sin trabajo y sin crecimiento estas enfermedades van a avanzar más, se lamentaba este médico, reivindicando que estamos ante una catástrofe que nos tiene que hacer pensar de manera diferente a la habitual", ha dicho el experto.
Por su parte, el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), Tomás Cobo, ha lamentado en su intervención que haya faltado liderazgo claro desde la Unión Europea. "Es clave que el reparto de las vacunas sea equitativo, porque si esa distribución no es equitativa una vez más los más perjudicados serán los más frágiles y los más pobres", ha detallado.
Del mismo modo se ha pronunciado la directora del Departamento de Salud de Cruz Roja Española, Carmen Martín, quien ha reivindicado una mayor coordinación e implicación para el ámbito sociosanitario y lamentando la poca atención que se ha dado a la inclusión social.
Finalmente, el epidemiólogo Joan B. Soriano, que intervenía desde Ginebra al ser requerido como consultor para la COVID-19 por la Organización Mundial de la Salud, ha destacado que ahora llega la alarma, dada la ola en India, Bangladesh y otros países del sudeste asiático representan casi la mitad de la humanidad con lo que probablemente en lo que queda de 2021, los números y cifras de la COVID-19 "solo pueden empeorar".
"Las perspectivas no son esperanzadoras porque además de un virus malo es un mal virus, porque se replica tan mal que lo que tenemos ahora son unas variantes que se comportan prácticamente como una enfermedad diferente. La variante de Wuhan ya no existe y las detectadas en Reino Unido, Sudáfrica o Brasil se están comportando como virus nuevos, con lo que según este experto la batalla contra ellos no sea ganada en este 2021, y probablemente tampoco en 2022", ha zanjado.