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En 2011 Francia prohibió estos tratamientos tras detectar complicaciones graves en pacientes
MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
Con la llegada del verano y de la 'operación biquini' muchas personas deciden someterse a tratamientos estéticos con el objetivo de lucir un cuerpo más estilizado en las playas y piscinas. Así, más allá de las dietas, son muchas las mujeres que deciden realizarse sesiones de cavitaciones, mesoterapias, presoterapias o lipólisis al creer, tal y como lo aseguran los anunciantes, que van a conseguir unos resultados parecidos a la liposucción, sin necesidad de pasar por el quirófano.
Ante esta situación y debido a la creciente demanda de estas terapias que cada vez se ofrecen a un menor precio, diversos expertos en Medicina Estética han alertado de que "no son eficaces" dado que "no consiguen eliminar la grasa corporal", ni quitar la "celulitis" ni, incluso, las "estrías". Son, por tanto, tratamientos que no aportan los resultados deseados a las pacientes que se someten a ellos.
"No sirven para nada y es una auténtica tomadura de pelo porque si se quiere eliminar grasa es necesario que se extirpe fuera, dado que si no es imposible disolverla. Por mucho que se apriete o se hagan externamente cosas, el tejido adiposo no se inmuta y no cambia de forma. Por tanto, todos estos métodos son descartables y no pueden ser comparados con la liposucción que desde que fue inventada, en los años 70, sigue manteniéndose como la mejor técnica para el modelado corporal", ha asegurado a Europa Press el presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), Miguel Chamosa Martín.
De hecho, en el año 2011 la Dirección General de Sanidad francesa, dependiente del Ministerio de Sanidad, prohibió estos tratamientos tras detectar varios casos de complicaciones graves en pacientes. En concreto, el organismo aseguró que las técnicas que emplean inyecciones de diferentes sustancias --como la mesoterapia-- presentaban un "grave peligro" para la salud humana, y las que utilizan láser o ultrasonidos tenían una "sospecha de peligrosidad".
En España el Gobierno no se ha planteado la posibilidad de prohibir estos tratamientos, puesto que no hay casos documentados de personas a las que les hayan producido un perjuicio grave para su salud. De hecho, cuando el Ejecutivo francés decidió suprimirlas, la entonces ministra de Sanidad española, Leire Pajín, rechazó la idea de prohibirlos argumentando que son técnicas "seguras" y que "no suponen ningún riesgo para la salud".
Esta decisión es respaldada por expertos en Medicina Estética, quienes aseguran que no suelen producir complicaciones "peligrosas" para la salud aunque, insisten, no aportan "ningún resultado" y pueden deteriorar y empeorar "aún más" la piel o la zona donde se acumula la grasa.
En este sentido, el presidente de SECPRE ha alertado de que la lipólisis produce hundimientos en la piel que, posteriormente, son "muy difíciles" de arreglar, incluso a través de la liposucción. "La lipólisis lo que hace es crear huecos porque se dan muchísimos pinchazos que logran quemar la grasa del lugar donde se pincha pero que no consiguen uniformar la piel, por lo que ésta se queda con muchos desniveles que, después, son muy difíciles de arreglar", ha apostillado.
"NO HAY SUSTITUTO A LA LIPOSUCCIÓN"
En este sentido, el cirujano plástico, reparador y estético, Moisés Martín Anaya, ha asegurado a Europa Press que todavía no se ha inventado un "sustituto" a la liposucción y ha reconocido que técnicas como las cavitaciones sólo son eficaces cuando se utilizan como complemento de las liposucciones.
"Desgraciadamente todavía el sustituto de la liposucción no existe y para eliminar un acumulo importante de grasa, ya sean pistoleras o cualquier otro problema estético, no existe otra cosa que no sea una liposucción corporal. No obstante, para ayudar a la retracción de la piel después de una cirugía es donde podemos encontrar el verdadero sentido de este tipo de aparatos ya que pueden ayudar a la retracción después de una liposucción", ha recalcado.
Dicho esto, el experto ha recordado que la presoterapia sirve para movilizar líquidos, la mesoterapia puede ayudar a eliminar determinadas irregularidades de la piel o algún pequeño acumulo graso y que, sin embargo, las cavitaciones "no alcanzan ninguno de los dos objetivos" y sólo sirven como complemento para cualquiera de los dos tratamientos anteriores.
Ahora bien, Marín Anaya ha aseverado que la radiofrecuencia sí puede tener efectos claros en un futuro dado la "velocidad" con la que están evolucionado aunque, ha apostillado, actualmente por sí sola todavía "no es capaz" de dejar satisfechas a las personas que se someten a esta técnica.
Por ello, el experto ha destacado la importancia que tiene que los profesionales médicos y los pacientes tengan "claro" para qué sirve cada aparato y qué resultados reales pueden esperar de ellos. "Estas terapias no tienen un efecto duradero, sino que sus efectos son muy cortos. Y es que, el objetivo es mantener los resultados en el tiempo y con los tratamientos de este tipo después de varias sesiones puede que se consiga un cierto resultado de base pero no indefinidos", ha argumentado.
Por su parte, el médico estético Alberto Morano ha defendido, en declaraciones a Europa Press, la práctica de estas técnicas, asegurando que consiguen reducir el volumen de la célula grasa y mejorar la elasticididad. De hecho, ha explicado que la grasa se pierde porque los tejidos ácidos grasos pasan a convertirse en líquido extracelular y es el sistema de drenaje el que lo recoge y lo elimina.
Sin embargo, este experto ha reconocido también que sólo son eficaces para "pequeñas pérdidas" de volumen porque sólo permiten perder un máximo de dos centímetros. Finalmente, Morano ha recomendado a todas aquellas personas que decidan someterse a estas técnicas, que las realicen en centros médicos profesionales y que, además, "duden" de aquellos que los ofertan a precios "muy bajos".