MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
El hecho de que no se haya confirmado hasta el momento caso alguno de nueva gripe en África ha provocado cierto desconcierto entre los médicos: o el continente africano simplemente se ha librado de la enfermedad por cuestión de suerte, o bien --y es lo más posible-- carece de los medios necesarios para confirmar casos de cepa H1N1.
Se han dado presuntos casos en Benín, Kenia y Sudáfrica. Pero todos ellos dieron negativo una vez se realizaron las pruebas pertinentes. De los más de 4.000 casos confirmados, ninguno de ellos ha tenido lugar en África, lo que no quiere decir que no vaya a tener lugar. Existe una "clara posibilidad" de que la enfermedad pueda extenderse en África en cualquier momento.
Pero de momento, África continúa indemne. "La verdad, estoy muy sorprendido de que no se haya informado de ningún caso", declaró el director del Instituto de Estudios Médicos de Kenia (KEMRI), Kariuki Njenga, quien no obstante cree que esta situación en parte se debe a "falta de tecnología apropiada" para detectar la enfermedad.
"Nos arriesgamos a recibir informaciones incorrectas y a detectar tardíamente la infección. Para cuando nos diéramos cuenta, podría ser demasiado tarde", advirtió en declaraciones a la agencia de información de Naciones Unidas (IRIN).
De igual modo, el doctor Wenquing Zhang, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el Programa Global contra la Gripe, indicaba que "hay muchísimos países donde no se han declarado casos, por lo que es muy difícil decir si existen casos reales en África que no estén confirmados".
"La capacidad de diagnóstico en África está muy debilitada porque hasta ahora ni los países ni sus donantes se han tomado en serio poner en práctica políticas para la instalación de laboratorios a nivel nacional", según indica el director de la Fundación para Nuevos Diagnósticos Innovadores (FIND), Giorgio Roscigno. "Esta situación podría cambiar si los ministerios de Sanidad emplean los fondos que existen ahí fuera", indicó.
Por ejemplo, el Programa Global contra el Sida y el Plan de Emergencia Presidencial de EEUU ofrecen fondos para el desarrollo de laboratorios como parte de su lucha contra el VIH, la malaria y la tuberculosis.
CAPACIDAD DE DIAGNÓSIS
Existen, actualmente, sólo once laboratorios en África capacitados para diagnosticar la cepa H1N1 de nueva gripe, concretamente en Argelia, Camerún, República Centroafricana, Costa de Marfil, Kenia, Madagascar, Nigeria, Ruanda, Senegal, Sudáfrica y Uganda.
Pero por ejemplo, Njenga ha declarado que su laboratorio en Nairobi no ha recibido todavía el agente necesario para diagnosticar la nueva gripe. Se trata de emplear un reactivo para ampliar la cadena de ADN identificada como posible virus.
De igual modo, el Laboratorio Nacional para la Gripe de Madagascar carece de los materiales necesarios para probar las muestras, y que proceden del Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, por culpa de problemas en los envíos.
Estos retrasos son, más o menos, comprensibles, dado que la nueva gripe es una enfermedad emergente, y las actuales zonas de contagio reciben prioridad a la hora de conseguir los materiales necesarios. Pero de igual modo se trata de un problema, ya que la falta de medios implica que si algún día se da un caso de gripe A, es posible que pase desapercibido. Y está el ejemplo del primer caso registrado en México, que fue identificado de forma errónea como Síndrome Respiratorio Severo Agudo (SARS).
Con todo, el doctor Zhang está seguro de que, a pesar de la escasa capacidad de diagnosis, cualquier brote de la nueva gripe en África podría ser detectado, dado el apoyo internacional que reciben los laboratorios regionales. En este sentido, la OMS presta su apoyo técnico y de personal a instalaciones de Senegal, Madagascar, Nigeria, República Centroafricana, Sudáfrica y Argelia.
"Estoy seguro de que seremos capaces de pronunciar un diagnóstico fiable de la gripe A en África. Si la infección tuviera lugar en un país sin capacidad para detectarla, la muestra sería enviada gratis a un lugar donde pudiera ser analizada, y la OMS se encargaría de pagar el traslado", explicó Zhang.
La mayoría de los países africanos han firmado la Declaración de Maputo, por la que se comprometen a desarrollar políticas nacionales para el desarrollo de laboratorios como parte de una estrategia sanitaria a nivel nacional, que implica también la creación de una red integrada de instalaciones médicas a nivel comunitario, provincial y regional, según Roscigno.
"Si se trabaja de forma específica cada uno de estos niveles, los resultados no llegan nunca, por lo que es necesario integrarlos dentro de una red de laboratorios", como sucede ya en países como Etiopía, Lesotho, Kenia y Uganda. Ahora, los países africanos cuentan con un "poderoso incentivo" para potenciar su capacidad de diagnosis y abordar con éxito la identificación de enfermedades emergentes.
Gracias a los programas contra el sida anteriormente mencionados, existe "una base sobre la que se puede trabajar". "La situación, en este sentido, jamás ha sido potencialmente tan buena como es ahora", indicó el científico italiano.