MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los doctores Peter Sleight de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y Thomas Hender, del Hospital Göteborg (Suecia) destacaron hoy, durante la rueda de prensa del 16º Congreso Europeo de Hipertensión que se realiza hasta el jueves en Madrid, que "dejar de fumar es la medida más efectiva para reducir el riesgo cardiovascular en el paciente hipertenso" ya que, según aseguró Sleight, "reduce en más de un 50% las complicaciones futuras", alcanzando resultados que ningún otro tratamiento alcanza.
Si bien los expertos mencionaron que existen múltiples tratamientos y medidas para reducir la hipertensión, aseguraron que abandonar el tabaco es lo más efectivo, desde un punto de vista coste-efectividad y en ese sentido, destacaron la importancia de que médicos y enfermeros asuman la misión de concienciar a los fumadores sobre el riesgo que supone el cigarrillo e insistir para que los abandonen: "No es suficiente con reducir la cantidad de cigarrillos, sino que hay que abandonar directamente este hábito", reiteró Hender.
Por su parte, el doctor Narkiewicz manifestó que existen evidencias científicas de la relación negativa que existen entre el tabaco y la hipertensión arterial y advirtió sobre el nivel de adicción de la nicotina, "similar al de la cocaína", que "interfiere en la regulación del sistema cardiovascular". En el mismo sentido, Hedner explicó que fumar "es un elemento desencadenante de la hipertensión: podría estar interviniendo en los cambios en la estructura micro o macrovascular, en los mecanismos simpáticos bajorreflejos o en las alteraciones metabólicas"
EL DESAFÍO DE LA PREVENCIÓN
Sleight lamentó que las políticas públicas europeas dirigidas contra el tabaco no sean prioridad de los Estados que, en muchos casos, aún no financian tratamientos o fármacos antitabáquicos: "Es una locura que los sistemas públicos de salud no cubran los fármacos cuando su coste es mucho menor que tratar a los pacientes una vez que enferman". Junto al resto de los ponentes, insistió en la necesidad de que los médicos hagan énfasis en la prevención de los riesgos cardiovasculares, fundamentalmente en el abandono del tabaco.
Según afirmaron los especialistas, los beneficios de dejar de fumar son inmediatos: "Por ejemplo, un estudio publicado en Hypertensión, que monitorizó la presión arterial durante 24 horas en pacientes con hipertensión arterial, demostró que a la semana de dejar de fumar se producía una reducción en la tensión arterial", ilustró Hender.
En ese sentido consideraron que es función de los médicos concienciar a sus pacientes sobre los riesgos del cigarillo y sobre la necesidad de hacerse controles diarios de la tensión en pacientes hipertensos. Según Hender, "solo el 70% de los médicos de Atención Primaria pregunta habitualmente a sus pacientes si fuman; si la respuesta es afirmativa, únicamente el 40% adopta alguna acción contra el tabaco".
Por su parte, Giuseppe Mancia, director ejecutivo de la Sociedad Europea de Hipertensión (ESH), tras revisar las guías de la ESH y de la Sociedad Americana de Hipertensión, concluyó que es fundamental reforzar los controles de la presión arterial tanto por parte de los médicos, como de los mismos pacientes hipertensos que, recomendó, deben asumir esa tarea de forma diaria e inclusive varias veces al día.