Expertos alertan que en España a la edad de 13 años ya se adopta un estilo de vida sedentario, sobre todo en las niñas

Actualizado: miércoles, 4 octubre 2006 17:36


MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

El abandono de la actividad física al acabar la enseñanza obligatoria es un hecho generalizado en toda Europa pero es en España donde la situación empeora: ya que, según datos del estudio EnKID VI, llevado a cabo por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria y Kellogg's, más del 60% de los jóvenes españoles de 2 a 24 años no practica o practica ejercicio menos de dos veces a la semana. En el caso de las chicas, este porcentaje se eleva al 75%.

El estudio 'Actividad física', presentado por los doctores Lluís Serra Majem y Javier Aranceta, presidente y secretario general -respectivamente- de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y por Roberto Ruiz, Responsable del Departamento de Nutrición de Kellogg's, supone una actualización, en cuanto a datos de actividad física se refiere, del estudio Enkid (1999-2002), realizado en España sobre una muestra de más de 3.000 niños y jóvenes de 2 a 24 años.

Según las recomendaciones de los expertos, los niños y adolescentes deben acumular un mínimo de 60 minutos de actividad física (de al menos intensidad moderada) a lo largo del día. En este sentido, los datos de dicho estudio reflejan que a la edad de los 13 años, los jóvenes ya han adoptado un estilo de vida sedentario, sobre todo las chicas.

Así, el 70,3% de la niños de la Zona Centro (Madrid, Castilla la Mancha, Extremadura y Castilla y León) cumplen con las recomendaciones frente al 55,2 de las niñas de esta misma zona, siendo así, la zona centro, junto con la zona de Levante y noreste, donde más se adecua la actividad física a la recomendada.

Los autores de este estudio apuntan que se deberá trabajar sobre esta situación para luchar contra la obesidad infanto-juvenil, ya que, según el doctor Serra "el declive en la actividad física puede llegar a ser incluso más responsable del incremento de las tasas de obesidad infantil y juvenil que un aumento de la ingesta calórica". En este sentido, el doctor Aranceta añadió que "a partir de ahora los padres, educadores y profesionales debemos preocuparnos no sólo por las calorías que los niños y jóvenes ingieren, sino de cómo las queman".

Las tendencias de la obesidad y sobrepeso infantil y juvenil en España, según este trabajo, revelan un incremento de las cifras en chicos pero no en chicas, evidenciándose la importancia de la perspectiva del género en la epidemiología de la obesidad infantil en España.

Según el estudio, los niveles de actividad física descienden con la edad. En general se observa un progresivo aumento de la actividad física hasta los 12-14 años de edad, momento en que se produce un descenso. Sin embargo, se produce un aumento del gasto energético con la edad, tanto en el tiempo libre como en el relacionado con la escuela o el trabajo.

Asimismo, el sedentarismo aumenta de manera significativa con la edad, tanto en los hombres como en las mujeres. El 65% de los chicos y el 48% de las chicas de 14 a 18 años pasa 2 o más horas con actividades sedentarias.

En cuanto a nivel socioeconómico, cuanto más elevado mayor adhesión a las recomendaciones. En este sentido, el 58% de los chicos y chicas españoles de nivel socioeconómico alto cumple las recomendaciones sobre horas de inactividad física frente al 44% de los de nivel bajo.

Asimismo, el tamaño de la población también influye de una manera significativa en la actitud de las chicas, aunque no de los chicos. El 60% de las habitantes de grandes poblaciones cumple las recomendaciones de limitar las horas de sedentarismo frente al 50% de las de pequeñas poblaciones.

Igualmente, el nivel de estudios de la madre tiene un valor positivo en las horas de sedentarismo. Así, el 60% de los chicos y chicas cuyas madres tiene mayor nivel de estudios están menos de 2 horas realizando actividades sedentarias frente al 40% de la población cuyas madres tiene menos estudios, hecho especialmente remarcable en las chicas (61% respecto a 38% respectivamente).

Además, la población infantil y juvenil que muestra un mayor gasto energético en el tiempo libre es la región centro (Comunidad de Madrid, Castilla y León, Castilla La Mancha, Extremadura) y en la escuela/trabajo la región noreste (Cataluña, Aragón, Baleares). Los valores más bajos de gasto energético se dan en la región sur (Andalucía) en el tiempo libre y Canarias en el gasto asociado a la escuela/trabajo.

Las regiones geográficas con mayor porcentaje de población cumplidora en cuanto a las recomendaciones son la región centro para la población masculina (70% de cumplidores) y noreste para la femenina (57%) y las de menor cumplimiento son la región sur para hombres (46%) y Canarias para mujeres (31%).

LOS QUE MENOS DEPORTE HACEN DE EUROPA

Según datos de población europea, los niños españoles son los europeos que practican menos ejercicio en horario extraescolar. Aunque los porcentajes varían ampliamente en los distintos países, en el grupo de edad de 15 años el 90% de los niños de Irlanda del Norte ó el 69% de los niños daneses practican ejercicio dos veces a la semana ó más. En España, este porcentaje alcanza apenas el 52% en el grupo de edad de 14 a 17 años.

Según el estudio, que analiza también la relación entre actividad física y obesidad, el incremento de las actividades sedentarias en el tiempo de ocio se ha descrito como un determinante fundamental del auge de la obesidad en la infancia y la adolescencia. En especial, el tiempo dedicado a ver la televisión es un factor decisivo, habiendo el mismo experimentado un incremento exponencial en los últimos años.

A medida que aumenta el nivel de actividad física, la ingesta absoluta de energía y de macronutrientes es mayor, tanto en hombres como en mujeres y en todos los grupos de edad.

Los niños y niñas más activos en la escuela muestran un perfil de consumo alimentario semejante al descrito para aquellos que globalmente realizan más actividad física. No se observan diferencias en el consumo de lácteos, pero si para el consumo de cereales, embutidos y sobre todo en el consumo de frutas y bebidas sin alcohol.

Cuando se observa la relación entre el patrón de consumo alimentario y la práctica de actividad física se puede apreciar, en conjunto, mayores consumos de lácteos, cereales, carnes, embutidos, frutas, verduras y bebidas sin alcohol, según el estudio.

Así, los niños y jóvenes españoles que realizan mayores niveles de actividad física realizan ingestas más altas de minerales como calcio, fósforo y magnesio y además, realizan consumos más altos de lácteos, cereales, carnes, embutidos, pescados, legumbres, frutas, verduras y bebidas sin alcohol.