MÉRIDA, 27 Ago. (EUROPA PRESS)
A estas alturas muchas personas han concluido el periodo vacacional apartadas de la rutina laboral y de los quehaceres diarios y ahora se enfrentan de nuevo al estrés del día a día y a numerosas responsabilidades, lo que provoca en muchas ocasiones que sufran el conocido como síndrome post-vacacional. Sus efectos pueden evitarse pensando en "positivo" hasta el último día de nuestras vacaciones, según un experto.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el psicólogo José Antonio Ruiz, miembro de un gabinete psicológico que suele tratar este síndrome, aseguró que "las vacaciones pueden afectar psicológicamente de muchas maneras", aunque restó importancia al concepto de la patología post-vacacional "como enfermedad".
Sin embargo, aclaró que el estrés influye "mucho" en los aspectos cognitivos, en lo que pensamos y decimos, por tanto, sí es importante controlar los pensamientos negativos y también manejar nuestras propias expresiones". Así, destacó que "si uno piensa durante los últimos días de sus vacaciones '¡otra vez, la vuelta al trabajo!' está manejando aspectos negativos lo que crea ansiedad y estrés".
"Como enfermedad no creo que se pueda clasificar, aunque desde luego está recogida en los criterios internacionales. Lo que ocurre --aclaró-- es que ciertas personas sí pueden tener un síndrome especial en estas épocas pero todos los factores en nuestra vida pueden influir. Así, en unas personas vendrá provocado por la vuelta del verano y en otros será la primavera" lo que lo genere.
Para este experto, aunque estudios recientes detallan que "el 50 por ciento de la población considera que padece síntomas de estrés posvacacional", estos datos resultan algo "exagerados", ya que son fruto de encuestas.
"HAY QUE TIRAR PARA ADELANTE"
La mayoría de los veraneantes que han elegido Extremadura para pasar sus vacaciones reconocen que la vuelta al trabajo suele provocar efectos parecidos a este síndrome. Un mallorquín que pasa sus últimos días de descanso en Mérida reconoció que las vacaciones son sobre todo una forma de "cortar con la vida cotidiana y rutinaria".
De la misma opinión, era una mujer procedente de Hospitalet de Llobregat quien aseguró que cuesta "empezar otra vez". Otra turista de la misma localidad indicó que la vuelta al trabajo le afectaba bastante. "Estoy muy decaída, con poco entusiasmo hasta que vuelvo a empezar", reconoció.
Entre los más pequeños también la vuelta a la rutina afecta. Así un niño de Gandia reconoció abiertamente que le "gustan más las vacaciones que ir al colegio".
Francisco, otro veraneante de la zona explicó que "siempre se va uno un poquillo triste cuando se van acabando las vacaciones" y recomendó que lo mejor es "tomarse la vuelta con filosofía porque "hay que tirar para adelante".