MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la patronal de las empresas dedicadas a limpieza de locales y edificios, ASPEL, Juan Díez de los Ríos, ha lamentado que se busque más el ahorro económico "a corto plazo" que la mejora de la "eficacia y la eficiencia" en la limpieza de los centros hospitalarios.
Según ASPEL, "la valoración de las propuestas de servicios en los procesos de contratación, apenas ponderan las aportaciones de nuevos modelos de prestación o la implementación de nuevos recursos que propongan una mejora de la calidad asistencial tanto de usuarios, familiares o de los propios trabajadores de los centros". En este sentido, "la calidad y grado de desinfección y limpieza a medio y largo plazo se ven resentidos", ha asegurado Díez de los Ríos.
En la Unión Europea, más de tres millones de pacientes contraen una infección en un hospital, y 37.000 no la superan. Según Clece, una compañía del Grupo ACS especializada en la gestión de servicios en el sector sanitario, "en España se estima que el 5 por ciento de los pacientes que ingresan o pasan por un centro hospitalario adquirirán una enfermedad sobrevenida en el propio recinto hospitalario".
"Estadísticamente, en una limpieza ordinaria se alcanza la desinfección de no más del 70 por ciento de las superficies de la sala o dependencia. En limpiezas especiales generales de áreas sensibles de alto riesgo o contaminadas, el grado de la limpieza y desinfección físico química tradicional alcanza entre 80 y 85 por ciento y excepcionalmente el 90 por ciento", ha puntualizado el director de Proyectos I+D+i de Clece, Diego Álvarez-Ossorio.
Para Álvarez-Ossorio, "los sistemas tradicionales de limpieza y desinfección físico-química en centros sanitarios ya no son suficientes para garantizar un grado de desinfección suficientemente fiable en zonas de alto riesgo".
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS
Para comprender las consecuencias económicas, Álvarez-Ossorio ha revelado como ejemplo que el coste medio del tratamiento de un enfermo que haya adquirido una infección nosocomial, sobrevenida en el propio centro sanitario ajena al motivo inicial de su ingreso, está en torno a los 15.000 euros.
Por todo ello, para lograr la contratación óptima de los servicios de limpieza, incluidos los hospitalarios, ASPEL ha defendido la utilización del 'Valor Óptimo', una guía presentada el pasado verano que permite clasificar diversos elementos relativos a la calidad del servicio de limpieza. Incluye las condiciones de trabajo que ofrecen las empresas a sus trabajadores y se pueden ponderar con el precio.
El sistema está avalado por los principales interlocutores empresariales y sindicales del sector de la limpieza en Europa y el apoyo financiero de la Comisión Europea, para intentar acabar con la 'dictadura del precio'.
Se refieren a lograr que las decisiones de contratación no se basen exclusivamente en el precio y tengan en cuenta la importancia de otros elementos, como la experiencia, las cualificaciones, la selección y contratación de operarios o las condiciones de empleo, salud y seguridad, "indispensables para obtener un servicio de calidad", según ASPEL.