MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El cirujano estético Moisés Martín Anaya ha asegurado que las prótesis, especialmente las mamarias, no explotan en los aviones, que no hay ningún tratamiento quirúrgico que acabe "totalmente" con la celulitis y que las costillas no ensanchan la cintura.
De esta manera, el experto ha desmentido una serie de "mitos" sobre la cirugía estética que están implantados en la conciencia social. Y es que, ha comentado, es falsa la idea de que las prótesis mamarias explotan en los aviones ya que antes de probarse han pasado por "decenas" de controles médicos, entre los que están la resistencia a la presión.
En este sentido, ha recordado que estas prótesis no se tienen que cambiar cada diez años sino que depende de la ruptura protésica, de los pinchazos en la superficie externa, del encapsulamiento de prótesis o del cambio por mayor tamaño o forma.
Además, Anaya ha negado la idea de que retirando una costilla se reduce y se afina la cintura y ha asegurado que para lograr este efecto es necesario quitar una fracción de gasa y piel de la parte inferior del ombligo con el objetivo de crear un figura más delgada. "Nunca se extirpan las costillas", ha insistido.
El experto ha desmentido también que los efectos de la liposucción desaparezca al cabo de un año y ha afirmado que es permanente y la única técnica que puede atenuar y mejorar los efectos de la celulitis debido a que alisa la piel. No obstante, ha insistido en que este fenómeno no desaparece con la cirugía.
Por otra parte, Anaya ha recordado que un 'lifting' facial no sólo estira la piel sino que, al mismo tiempo, reestructura las distintas partes del rostro que se han deteriorado o descolgado con el paso de los años. Dicho esto, ha reconocido que las cicatrices no desaparecen pero, ha matizado, se suelen intentar esconder en los pliegues y surcos de la piel.
Por último, este experto ha recordado que la cirugía mejora el aspecto físico pero no resuelve problemas personales, que las dietas milagros no quitan la grasa acumulada y que estas intervenciones se han democratizado y son accesibles para muchas personas y no sólo para aquellas que tienen un gran poder adquisitivo.