MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Europea de Madrid, Fernando Bandrés, criticó hoy "la orquestación social" que existe en torno a la clonación humana cuando aún la implementación de esta técnica "no es posible".
Durante su intervención en una mesa debate sobre 'El principio de la Vida' en el marco XXVI Congreso de Teología, que se celebra en el Salón de Actos de Comisiones Obreras en Madrid, el también catedrático en Biomedicina, se quejó del estado de confusión en el que vive actualmente la sociedad debido a la falta de información "suficiente y completa" sobre los avances científicos en esta rama de la ciencia.
"Muchas veces los medios de comunicación anuncian descubrimientos inacabados", afirmó Bandrés, quien explicó que esta situación produce que la sociedad tenga "determinadas exigencias imposibles de resolver" por parte de los médicos. Por ello, instó a los ciudadanos a no apoyar la legislación ni la ética sobre la clonación con fines reproductivos al recordar que hoy "aún no es posible". "Hoy no es ese nuestro problema", insistió.
También denunció la necesidad de entender que la vida "es un misterio imposible de descifrar a través de una ecuación matemática". Por ello, hizo un llamamiento a la comunidad científica a respetar "el misterio de la vida" y a "ser prudente". "Muchas decisiones hoy en día las tomamos desde una anemia experiencial porque no nos comprometemos con nada", aseguró el científico, quien abogó por una "mayor reflexión política y social" sobre estas cuestiones.
Por su parte, Justa Montero, miembro de la Asamblea Feminista de Madrid y de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos, que también participó del debate, se cuestionó la contraposición que existe actualmente entre los planteamientos éticos y "las presiones sociales" que reciben las mujeres en relación a la maternidad, el aborto, el diagnóstico preimplantacional y la técnicas de reproducción asistida.
En esta línea, criticó que la sociedad demande a la mujer "ser madre a cualquier precio por considerarlo un hecho natural, incluso, a costa de tener que sufrir las consecuencias psicológicas y físicas" que conllevan las técnicas de reproducción asistida; que deba recurrir al diagnóstico preimplantacional al sentirse exigida a tener hijos sanos "capaces de adaptarse" a la realidad social y que en muchos casos se someta a un aborto porque la maternidad le supone "un handicap" para su vida laboral.
Frente a esta situación, Montero concluyó que "la voz de la mujer debe ocupar el centro de la reflexión de los avances de la ciencias biomédicas" ya que "la reproducción y el cuerpo forman parte fundamental de su identidad". Por último, abogó por "un discurso social y eclesiástico menos culpabilizador" y un concepto de la moral y la ética "más personalizado capaz de ajustarse a la realidad de cada mujer y su contexto social y cultural".