MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El director del Instituto de Enfermedades Digestivas y Metabólicas del Hospital Clinic de Barcelona y miembro del Comité Médico Asesor de europacolon España, Antoni Castells, asegura que la colonoscopia es la exploración endoscópica más precisa para el diagnóstico del cáncer colorrectal, ya que permite la toma de biopsias para confirmar el diagnóstico, cuando se observa alguna alteración en el interior del colon, así como la extirpación de la mayoría de pólipos que se detectan.
En España, el cáncer colorrectal es el segundo tipo de cáncer más frecuente, con una tasa de mortalidad cercana de 14.000 fallecimientos anuales. No obstante, una de cada tres muertes por cáncer de colon podría evitarse si todas las personas mayores de 50 años se efectuaran los exámenes de detección precoz con regularidad. Además, si el cáncer se diagnostica antes de que se haya extendido más allá de la pared intestinal, la probabilidad de sobrevivir por encima de los cinco años supera el 80 por ciento.
Asimismo, el diagnóstico temprano se logra principalmente a través de programas de cribado que consisten en la realización del 'test' de sangre oculta en heces (TSOH) a personas de entre 50 y 69 años. En este sentido, si el análisis es negativo se debe repetir cada 1 o 2 años, pero si es positivo se realizará entonces una colonoscopia para confirmar el diagnóstico.
"Cuando un paciente presenta síntomas o signos que sugieran la existencia de una enfermedad en el colon o recto, si el TSOH ha sido positivo, o si existen antecedentes familiares, se requiere de esta prueba para confirmar el estado del paciente, es decir, la existencia o no de un cáncer o un pólipo precanceroso en el intestino. Si se detectan estos últimos, pueden extirparse en la misma colonoscopia, evitando así la eventual progresión hacia un cáncer", detalla Castells.
LA LIMPIEZA DEL COLON ES LO QUE MÁS AFECTA A LOS PACIENTES
A diferencia del 'test' de sangre oculta en heces, la técnica de la colonoscopia requiere de una preparación previa del colon, que puede resultar pesada e incómoda para el paciente. En concreto, antes de realizar esta exploración debe administrarse una solución evacuante que permite limpiar y visualizar totalmente la pared del colon. Esta preparación requiere de la ingesta de una importante cantidad de líquido, lo que dificulta la realización de dicho lavado.
"Dado que, en la actualidad, la mayoría de colonoscopias se realizan con sedación, la limpieza del colon previa a la prueba es uno de los aspectos peor valorados por el paciente", señala el experto.
Por otro lado, la colonoscopia puede suponer una serie de riesgos como son la perforación y la hemorragia que suelen ocurrir cuando se efectúa de forma simultánea algún procedimiento terapéutico como, por ejemplo, la extirpación de pólipos. No obstante, según asegura Castells, ambas complicaciones son muy infrecuentes ya que ocurren de 1 a 5 casos por 1000 exploraciones.
Actualmente existen endoscopios de alta resolución y técnicas de tinción digital que permiten el diagnóstico de lesiones cada vez más pequeñas e incipientes, en particular en individuos especialmente predispuestos a desarrollar cáncer de colon debido a características personales y familiares. Además, los avances en endoscopia terapéutica --mucosectomía, disección submucosa-- permiten la extracción de lesiones cada vez mayores, evitando la cirugía en muchas ocasiones.