MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El catedrático de Historia de la Medicina y profesor de Bioética de la Universidad Complutense, Diego Gracia, advirtió hoy de que las prohibiciones "por sí solas" no resuelven el problema de los consumos de drogas, durante su participación en la novena edición de los 'Debates FAD', organizados por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
En el encuentro, que ha girado en torno al valor ético de los consumos de drogas, Gracia analizó las tácticas utilizadas en la actualidad para abordar los problemas asociados al consumo de drogas, tanto la realizada desde la Salud pública, que considera al "drogodependiente como un enfermo mental" y la otra, la policial, que criminaliza las conductas y ve a "los consumidores como delincuentes".
A su juicio, ambas teorías "confunden lo necesario con lo suficiente", ya que "el consumo de drogas es un problema más educativo que sanitario o policial". En este sentido, abogó por controlar el acceso a las drogas si bien "es más importante que en una sociedad con posibilidades infinitas, se enseñe a los jóvenes a valorar todas las opciones para hacerlos responsables de sus decisiones".
Este experto destacó que los jóvenes "o tienen recursos para gestionar su vida de forma autónoma o no saldrán bien parados de esto" y, por este motivo, ha abogado por educar "con una gestión razonable en valores" y olvidar la táctica impositiva y el pluralismo de valores.
Asimismo, ha recordado que generalmente los hijos actúan por imitación y ahí es donde empieza la maduración moral. "Los hijos imitan la conducta de los padres. Para que no consuman drogas deben hacer que maduren y que sepan lo que se juegan cuando toman una decisión como ésta", ha asegurado.
NO EXISTE UN VACÍO DE VALORES
El catedrático considera que no existe un vacío de valores sino que "a veces los valores imperantes no son los que queremos". En su opinión, cada generación debe tener su propia ética y sistema de valores por lo que es necesario promover "valores intrínsecos frente a los meramente instrumentales", porque estos últimos son neutros, "no tienen valor si no se ponen al servicio de uno intrínseco, como un cuchillo que puede servir para comer o para matar".
Por último, recordó que, en ocasiones, los valores intrínsecos entran en conflicto entre sí. "Entonces debemos dar paso a la deliberación, que debe ser colectiva cuando las acciones repercuten en los demás", explicó Gracia.