MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los alérgicos a hongos o ácaros que veranean en la playa corren un mayor riesgo de sufrir reacciones propias de su enfermedad por la elevada humedad que se registra durante estas fechas en las zonas de costa, según explicó hoy a Europa Press la doctora María Fernández, alergóloga del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, quien previno también a los alérgicos a la 'artemisa chenopodium', más conocido como arbusto o 'mala hierba', de los peligros que corren si deciden descansar en la sierra madrileña entre los meses de julio y agosto.
La doctora asegura que las alergias al polen "están mejor" en verano para aquellas personas que deciden quedarse en la ciudad. Sin embargo, aquellos alérgicos a la 'artemisa chenopodium' que deciden visitar la sierra madrileña y Castilla-La Mancha durante estos días incrementarán sus posibilidades de sufrir reacciones alérgicas como la rinitis o el asma, como ocurre con aquellos alérgicos a los hongos o ácaros que pasan sus vacaciones en lugares de costa.
"Estos alérgicos deberían evitar el contacto con el alérgeno. Lo más importante es que sepan a qué son alérgicos, dónde se encuentra el elemento al que reaccionan y el tiempo en el que su presencia se intensifica. También deben tener claro cuál es el tratamiento sintomático que corresponde a su alergia y ante reacciones graves, el remedio a usar para que puedan controlar la situación hasta que puedan acudir al centro de salud", explicó la experta.
Otras alergias propias del verano son las urticarias provocadas por la excesiva exposición al sol, práctica que se desaconseja en las horas centrales del día sobre todo a aquellas personas con problemas de dermatitis de base, según la doctora Fernández, quien apuesta porque todos nos apliquemos antes de tendernos al sol, una crema de protección alta sobre todo el cara, cuello y escote. "Si la reacción al sol es grave, es recomendable tomar un antihistamínico", apuntó.
AVISPAS Y ABEJAS, LAS MÁS PELIGROSAS
Las picaduras de insecto son también uno de los problemas de alergia propios de la fecha, sobre todo las de abejas y avispas, que son las que pueden provocar reacciones más graves. Según la experta, estas picaduras por lo general sólo generan reacciones locales como la hinchazón, ante la que recomienda desechar "remedios caseros" como el vinagre o el barro, ya que "suelen causar más irritación que otra cosa". "Lo mejor es aplicar una pomada de corticoides, tomar un antihistamínico y aplicar hielo sobre la zona de la picadura", indicó.
A la hora del 'tapeo', es recomendable tener cuidado con los platos de pescado crudo o poco cocinado para evitar el riesgo de contraer anisakis, "sobre todo en la costa, donde apetece tomar pescado". Asimismo, el aumento en el consumo de fruta que se registra en verano aumenta el riesgo que corren los alérgicos al polen de sufrir alergia a frutas como el melocotón o el kiwi, entre otras. "Los alérgicos al polen tienen más posibilidades de desarrollar este otro tipo de alergias, que causan urticaria y picor en la boca y los labios", explicó.
La alergóloga asegura que en verano, los hospitales del municipio de Madrid "ven disminuir" el número de urgencias por reacciones alergias a atender, ya que muchos pacientes se encuentran fuera de sus domicilios habituales y son atendidos en los lugares de descanso. Asegura que su labor desde centros como el Gregorio Marañón se basa en diseñar un plan de prevención para estos pacientes y en atender en septiembre y octubre a los regresan con problemas de alergia.