MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La pedagoga y profesora de formación docente del Campus Universitario de la Mediterránea de Vilanova i la Geltrú (Gerona), Nora Rodríguez, afirmó hoy que hay algunas adolescentes que usan la píldora del día después como "método de refuerzo" para prevenir el embarazo y ante el desconocimiento de si utilizaron o no método anticonceptivo, según destacó la experta durante la presentación de su último libro '¿Hablas de sexo con tu hijo? Guía para conocer y educar a los adolescentes', editado por Temas de Hoy.
En este sentido, y tras haber realizado un estudio de campo con más de 250 adolescentes de entre 12 y 20 y años de Madrid, Barcelona, Sevilla, Alicante y Galicia, Rodríguez señaló que la desinformación de los jóvenes en materia sexual sigue persistiendo en la actualidad, a lo que se une el uso "cada vez más abusivo" de alcohol y drogas para mantener relaciones sexuales.
Por ello, y según añadió la experta, hay algunas adolescentes que abusan de la píldora del día después y hacen uso de ésta como método de refuerzo, porque "no recuerdan si la noche anterior han mantenido relaciones, y si habían usado preservativo o no", aseveró.
ALCOHOL Y DROGAS
Además, y en relación con el estudio realizado, Rodríguez advirtió de que más del 40 por ciento de los jóvenes que mantienen relaciones sexuales lo hacen tras consumo previo de algún estimulante, sea alcohol sea droga, ya que con esta medida "tratan de sentirse con valor y desinhibirse".
Sin embargo, el efecto que consiguen es "generalmente contrario, con experiencias negativas, y con una consecuente 'anorexia sexual', ya que los que empiezan a mantener relaciones en edades tempranas y llegan a los 21 años sin apetencia sexual".
Por ello, en el libro se muestran las conclusiones del estudio de campo realizado, con situaciones reales a las que tuvo acceso la experta, después incluso de haber "salido de fiesta" con varios grupos de jóvenes, al tiempo que sirve de guía y ofrece consejos a los padres para "hablar con naturalidad" de sexo y las relaciones que sus hijos mantener en su vida diaria.
"El problema es que los padres no quieren hablar de ello porque piensan que así los autorizan a practicarlo o incluso por complejos propios", añadió Rodríguez.