Jornada 'Evaluación Económica y Red Europea de Evaluación de Tecnología Sanitaria: presente y futuro', del Instituto de Salud Carlos III
MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
La evaluación coste-efectividad de fármacos y tecnologías sanitarias debe basarse en metodología científicamente acreditada, según han explicado los expertos que han participado este miércoles en la jornada 'Evaluación Económica y Red Europea de Evaluación de Tecnología Sanitaria: presente y futuro' celebrada en el Instituto de Salud Carlos III de Madrid.
Este acto, que ha contado con la colaboración de la compañía biomédica Pfizer, ha servido también para presentar la guía 'Evaluación económica de medicamentos y tecnologías sanitarias: principios, métodos y aplicaciones en política sanitaria', que tiene por autor al jefe de Farmacoeconomía y Resultados en Salud de Pfizer España, el doctor Javier Soto Álvarez. Para él, la escasez de recursos del sistema sanitario obliga a "racionalizar".
En este sentido, asegura que el dinero disponible debe destinarse "a la financiación de aquellas alternativas terapéuticas que sean más eficaces, seguras y coste-efectivas". A su juicio, esta opción "generará que se obtengan los mejores resultados en salud en los pacientes con la inversión monetaria realizada".
Para realizar óptimamente esta labor, considera que los datos de coste-efectividad "deberían tener un peso importante a la hora de tomar decisiones sobre medicamentos y tecnologías sanitarias". En pro de ello, apuesta por empezar por un cambio cultural en el propio Sistema Nacional de Salud (SNS) "que busque y recompense la eficiencia".
Además, cree necesaria "una formación adecuada de los profesionales y una mayor sensibilidad y voluntad de las autoridades centrales y autonómicas para emplear de verdad el criterio de la eficiencia a la hora de tomar decisiones en política sanitaria".
SE DEBE MEJORAR EL IMPACTO DE LOS ESTUDIOS EN LA PRÁCTICA CLÍNICA
Por su parte, el director de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AETS) del Instituto Carlos III, el doctor Antonio Sarriá, afirma que, en cuanto al nivel de cumplimiento y eficacia de las medidas de evaluación, "hay que tener en cuenta que hay diversos tipos de receptores de estudios de evaluación económica".
Al hilo de ello, explica que "hay que mejorar" en el impacto de los estudios sobre los profesionales sanitarios y su práctica clínica. No obstante, sobre los dirigidos a las autoridades sanitarias, para determinar la inclusión de las tecnologías o no en las carteras de servicios no emite opinión.
Centrándose en el análisis de la labor de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnología Sanitaria y Prestaciones, Sarriá manifiesta que ésta debe "identificar y priorizar las necesidades en evaluación de tecnologías sanitarias, detectar tecnologías y prestaciones emergentes y tecnologías obsoletas, elaborar informes de evaluación y participar en la elaboración y actualización de guías de práctica clínica".
Por último, y en cuanto a la guía presentada en esta jornada, ésta es "la primera obra en castellano escrita en los últimos años que recoge la metodología a seguir para elaborar y efectuar una evaluación económica basada en la evidencia y el rigor científico", subrayan los expertos. "Es una obra de consulta e inspiración para cualquier profesional sanitario del SNS", indican.