Euskadi dice que para un toque de queda se necesitan "herramientas jurídicas" y no ve "garantías" para tomar decisiones

La consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui.
La consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui. - IREKIA
Publicado: miércoles, 21 julio 2021 11:12

Defiende que el uso obligatorio de la mascarilla y la restricción de la movilidad nocturna han demostrado ser "medidas eficaces"

BILBAO, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

La consejera de Salud del Gobierno vasco, Gotzone Sagardui, ha afirmado que, para que Euskadi, pueda aplicar un toque de queda necesita "herramientas jurídicas" y ha asegurado que, a la vista de las distintas interpretaciones de los tribunales de justicia sobre las mismas medidas, "no hay por parte de los gobiernos autonómicos una garantía a la hora de poder tomar decisiones.

En una entrevista a la Cadena Ser, recogida por Europa Press, Sagardui ha recordado la situación epidemiológica en Euskadi y ha señalado que los datos están evolucionando "de una manera similar" a lo que está ocurriendo en otras comunidades.

Sagardui ha añadido que, aunque la situación de atención sanitaria es todavía "calmada" con 44 camas UCI ocupadas y una hospitalización "asumible", se constata que la incidencia "se va incrementando día a día". "A mayor número de personas positivas, mayor incidencia sobre el sistema sanitario y, sobre todo, lo que es aún más importante, mucho mayor riesgo para la vida de esas personas", ha añadido.

Ante la petición al Gobierno central del uso obligatorio de la mascarilla, ha afirmado que, en las circunstancias en las que el decreto del Gobierno central sobre la flexibilización de la mascarilla entró en vigor, se daba una evolución de la pandemia que "invitaba a pensar que se estaba en una desescalada".

Sagardui ha indicado que el Ejecutivo vasco ya entonces decía que la mascarilla "seguía siendo una de las medidas más efectivas y también más sencillas de adoptar".

"Estamos en verano, tenemos mayores interacciones sociales, nos relajamos más ante los espacios más veraniegos y nos hemos relajado también en ese uso", ha añadido.

Gotzone Sagardui ha manifestado que el Real Decreto pretendía establecer excepciones para el uso de la mascarilla pero la percepción es que "se va relajando más y más ese uso". Por ello, cree que hay que incidir en que el uso de la mascarilla tiene "aún hoy que ser necesariamente obligatorio y muy excepcionalmente prescindir de ella".

A su juicio, es una cuestión de ver el momento en el que se está de evolución de la pandemia y ha afirmado que la mascarilla "contribuye" a lucha contra esta enfermedad, aunque "no es una única la medida que tiene incidencia", sino que "es un conjunto de medidas".

Cuestionada por la medida del toque de queda, Sagardui ha afirmado que, a lo largo de la pandemia, se ha visto cuáles son las medidas que pueden ser "más efectivas" y ha indicado que la reducción de la movilidad en su conjunto "es otra de ellas". "La reducción de la movilidad en el horario nocturno se ha evidenciado que ha dado resultados para contribuir a frenar el desarrollo de los contagios porque, en esos momentos, se producen circunstancias de mayor relajación en las actividades que se realizan, en los encuentros que se tienen y se incrementa el riesgo de poder contagiar", ha añadido.

Por lo tanto, ha señalado que es importante el "conjunto" de medidas, pero ha incidido en que "ambas dos" -el uso de la mascarilla y la reducción de la movilidad nocturna- han resultado "ser efectivas".

Cuestionada por el hecho de que aplicar el toque de queda si estaría en manos del Gobierno vasco, la consejera ha manifestado que el Gobierno entiende que tienen que "tener unas herramientas jurídicas".

"Euskadi así lo ha venido diciendo, que las comunidades autónomas tenemos que dotarnos de mayor seguridad jurídica para que aquellas medidas que se adopten -las que estamos hablando ahora o otras también- las podamos adoptar con rapidez y con seguridad", ha añadido.

En este sentido, se ha referido a los diferentes autos que se han dado sobre las mismas medidas en una comunidad u otra. Según ha señalado, no ha sido "lo mismo" y son "interpretaciones distintas del momento o de la intención que se tiene con esas medidas". "Y ante eso no hay por parte de los gobiernos autonómicos una garantía a la hora de poder tomar decisiones", ha añadido.

Preguntado por si el Gobierno vasco no aprobará el toque de queda si no logra ese marco de seguridad jurídica, ha manifestado que el Ejecutivo ya tiene adoptadas medidas entre lo que son sus competencias y aprobada la Ley antipandemia "para tratar de poder incrementar ese margen en el cual adoptar medidas necesarias según sea la evolución de la pandemia pero con garantías jurídicas".

En relación a si, por tanto, valoran o no aplicar ese toque de queda, Sagardui ha indicado que tienen que "mirar el marco legislativo" que existe y las circunstancias de la evolución epidemiológica.

Sagardui ha recordado que este jueves hay reunión del comité asesor del LABI y es "donde se adoptarán las medidas en función de cuál sea la circunstancia de lo que ocurra hoy, de cual sea hoy la evolución de la pandemia". "Mañana veremos allí en el LABI cuáles son las medidas a adoptar", ha agregado.

Por otra parte, ha indicado que en esta quinta ola ha habido "una mayor rapidez en la expansión del virus" provocada por "una serie de condicionantes sociales". "La evolución hasta ahora ha sido con una velocidad determinada se ve aún más incrementada de lo que se ha visto en otras ocasiones", ha añadido. Ello se debe, a su juicio, a la variante Delta y al hecho de que en esta época del año "hay otros usos y otras costumbres".

Por otra parte, ha afirmado que, en estos momentos, el número de personas infectadas se centra en el grupo de personas que no han recibido la vacuna, las más jóvenes, ya que la estrategia de vacunación priorizó con las personas más vulnerables, las de mayor edad.

Sagardui ha indicado que, en estos momentos, se centra en la personas por debajo de los 29 años, con una incidencia acumulada en las personas entre 19 y 20 años que supera los 3.000 casos por 100.000 habitantes "como hay en otras comunidades".