BRUSELAS, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
El pleno de la Eurocámara ha aprobado este martes las nuevas normas --ya acordadas con los Gobiernos-- que agilizarán la prohibición en el mercado europeo de nuevas sustancias psicotrópicas (NSP), naturales o sintéticas utilizadas como alternativas a las drogas ilícitas, dado que reducirán el tiempo necesario para evaluar sus efectos negativos para la salud.
Las nuevas normas --aprobadas en la Eurocámara con 609 votos a favor, 19 en contra y 29 abstenciones-- reducen a la mitad --de doce a seis meses-- el plazo con el que contarán los Estados miembro para aplicar una decisión a nivel europeo.
Éstas también mejorarán el intercambio de información a nivel europeo, así como el sistema de alerta temprana y la evaluación del riesgo de las nuevas sustancias, que han proliferado en los últimos años en el mercado europeo a un ritmo "sin precedentes" y plantean un riesgo para la salud y la seguridad públicas y facilitarán introducir medidas de control más rápido si necesario.
Además, Europol, la agencia de cooperación policial europea, tendrá un mayor papel en el sistema de alerta temprana y la evaluación del riesgo para ayudar a rastrear a grupos criminales que fabrican y distribuyen las nuevas drogas de diseño.
Una vez que se prohíben en el mercado europeo, la producción, distribución y venta de las nuevas sustancias más peligrosas se puede castigar con el máximo de penas autorizado de entre cinco y diez años de prisión, como ocurre con las otras drogas ilícitas.
Un total de 98 nuevas sustancias psicotrópicas fueron detectadas en 2015 en el marco del sistema de alerta temprana en la UE. En total, más de 600 nuevas sustancias son vigiladas en la UE y de ellas más del 75%, es decir más de 460, apenas han sido detectadas en el mercado en los últimos seis años.
La eurodiputada del PP, Teresa Jiménez-Becerril, una de las responsables de la negociación de las nuevas normas de la Eurocámara, ha recordado que las nuevas sustancias psicoactivas, producidas en su mayoría en China e India, se están popularizando "cada vez más" y que las autoridades nacionales "tienen dificultad para atajar su proliferación". "Nuestro objetivo es restringir su disponibilidad en el mercado y garantizar que los productores y distribuidores pueden ser juzgados", ha subrayado.
El otro responsable de la negociación, el popular polaco, Michal Boni, ha incidido en la obligación "política y moral" de proteger a los ciudadanos, especialmente a los jóvenes, de estas sustancias, que se han cobrado la vida de 254 personas en la UE en 2016 y 2017 y garantizar "una reacción rápida" y "una mejor coordinación de las medidas nacionales" contra las mismas.
Los Estados miembro tendrán un año para incorporar los cambios normativos en su legislación nacional.