MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
El "síndrome de la clase turista" o "síndrome del viajero", que consiste en sufrir en mayor o menor grado una trombosis venosa debido a la escasa movilidad a la que estamos sometidos durante un viaje de larga duración sumado al descenso de la presión atmosférica, se puede sufrir no sólo al viajar en avión, sino también en otros medios de transporte, como el coche, el autobús o el tren, según recientes estudios.
Estos trabajos han demostrado la relación causa-efecto existente entre el sedentarismo durante los viajes junto con el brusco cambio de presión atmosférica, y el riesgo de sufrir una trombosis venosa, que podría derivar en una embolia pulmonar. Los datos apuntan a que casi el 2% de las personas que han sufrido una trombosis han realizado previamente un viaje largo, y dos tercios de los mismos lo han realizado en coche.
El doctor Francesc Casals, Hematólogo del Hospital Clinic de Barcelona y miembro del Comité Científico de La Fundación para el Estudio y Prevención de Enfermedades de las Venas (ESPREV) ha participado en estos estudios y afirma que "es habitual que se produzcan casos de trombosis tras viajes de larga duración en automóvil, especialmente en los de tipo coupé ya que los viajeros de los asientos posteriores permanecen inmóviles en una posición incorrecta durante varias horas". Respecto al tiempo que definiría el riesgo de trombosis el Dr. apunta que "6 horas es el tiempo que define este riesgo aunque depende de cada persona".
QUÉ HACER
El Dr. Casals recordó también la necesidad de prevención, en función del riesgo de cada persona. Así, recomienda que las personas con riesgo leve y/o moderado pueden prevenir esté síndrome con algunos consejos sencillos como: tomar 1 comprimido de 'Aspirina Adultos' el día antes del viaje y otro comprimido en los dos días posteriores, evitar la ropa ajustada, no sentarse con las piernas cruzadas y realizar ejercicios con las piernas, pues en muchos casos, la trombosis venosa no se manifiesta hasta días después.
Los factores para un riesgo moderado de sufrir este síndrome serían: tomar anticonceptivos orales, haber tenido traumatismos recientes o intervenciones quirúrgicas, ser enfermo de cáncer, etc.
En este tipo de personas las ventajas de 'Aspirina' se concretan en su capacidad demostrada para disminuir la incidencia de trombosis y embolismo pulmonar y la rapidez de su acción analgésica que proporciona un mayor confort en el viaje.
Si en el viaje aéreo el brusco descenso de presión en cabina juega un papel determinante junto a las horas de forzado sedentarismo, en el transporte en general es el estancamiento venoso el que puede provocar la trombosis. La posición de piernas plegadas, comprimiendo las venas poplítea y femoral, produce una disminución de más del 50% en la circulación de las piernas.
OPERACIÓN SALIDA Y ATASCOS
Según la Dirección General de Tráfico (DGT), en el período vacacional de julio y agosto se producirán unos 90 millones de movimientos de vehículos en España. Así, los expertos recomiendan extremar las precauciones ante la operación salida de vacaciones y los atascos ya que en muchas ocasiones, se permanece en una posición incorrecta e inmóvil durante más horas de lo previsto lo que puede propiciar la aparición de este síndrome.
Respecto a los viajes en tren, los expertos recomiendan no dormir durante muchas horas en la misma posición sentados ya que esta práctica puede propiciar la aparición de trombosis.
Otros factores de riesgo que hay que tener en cuenta a la hora de determinar el nivel de riesgo de cada sujeto, son: la obesidad, antecedentes familiares de trombosis o de accidentes vasculares y el cáncer. Estos son los factores más determinantes a la hora de evaluar el riesgo de sufrir una trombosis de nivel grave. Estos colectivos deberán acudir a su médico antes de iniciar un viaje. Las personas con riesgo de trombosis moderada y/o leve pueden prevenirla con unos simples consejos dirigidos a movilizar el riego sanguíneo y con una acción muy simple: tomar 'Aspirina'.