LONDRES, 8 Dic. (EUROPA PRESS,/Marta Altuna) -
Un estudio revela hoy que las 24 personas que recibieron transfusiones de pacientes infectados con el mal de las vacas locas tienen un "riesgo sustancial" para su salud. El estudio del profesor John Collinge se ha hecho público tras una investigación después de la muerte de unos de los pacientes debido a esta enfermedad.
Aunque no se conoce el nombre del fallecido, se sabe que recibió una transfusión a la edad de 23 años. Siete años después de comenzar a sentirse enfermo fue enviado a la Clinica National Prion, en el Hospital Nacional de Neurogía y Neurocirugía de Londres, donde se confirmó que sufría la variante humana del mal de las vacas locas.
Este hombre participó en un tratamiento en el Consejo de Investigación Médica, llamado 'Prion-1', que comenzó en 2004, en el que a los pacientes se les da un medicamento denominado quinacrine. Un año después murió, a la edad de 32 años. El diagnóstico de Creutzfeldt Jacob se confirmó definitivamente tras su muerte.
Las enfermedades de 'prion' en humanos tienen unos largos periodos de incubación y es posible que una persona esté infectada durante 50 años sin que se desarrollen los síntomas de la enfermedad. Sin embargo, durante este periodo estas personas tienen un riesgo potencial de infectar a otras, a través de transfusiones de sangre o contaminación de aparatos médicos o quirúrgicos.
Los expertos opinan que en base a la información que han visto en la actualidad, la enfermedad que parte de una transfusión de sangre puede empezar a desarrollarse en tan sólo seis o siete años. "Las tres personas que han muerto forman parte de un pequeño grupo que conocemos, que ha sido expuesto a través de transfusiones de sangre y creemos que ha sido de este modo que han desarrollado la enfermedad de Creutzfeldt Jacob", indicó el profesor John Collinge,