MADRID 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes que reciben amoxicilina para el tratamiento de las infecciones respiratorias con tos no se recuperan mucho más rápido o tienen significativamente menos síntomas que los que no son tratados con este antibiótico, según las conclusiones de un estudio publicado en 'Lancet Infectious Diseases'.
"El uso de la amoxicilina para tratar infecciones respiratorias en los pacientes en los que no hay sospecha de neumonía no es probable que ayude y podría ser perjudicial. El uso excesivo de antibióticos, especialmente cuando no son eficaces, pueden dar lugar a efectos y el desarrollo de la resistencia", advierte el director del estudio, Paul Little, de la Universidad de Southampton, en Reino Unido.
Tos acompañada de síntomas del tracto respiratorio es una de las enfermedades agudas más comunes tratadas en atención primaria. Aunque se cree que estas infecciones están causadas por virus, los debates y las investigaciones sobre si los antibióticos son beneficiosos para tratarlas están resultando contradictorios.
PARTICIPACIÓN DE 12 PAÍSES EUROPEOS
En este nuevo estudio, 2061 adultos con infección respiratroia aguda no complicada en atención primaria de 12 países europeos (Inglaterra, Gales, Holanda, Bélgica, Alemania, Suecia, Francia, Italia, España, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia) fueron asignados al azar para recibir amoxicilina o un placebo tres veces al día durante siete días. Los médicos evaluaron los síntomas al inicio del estudio y los participantes completaron un diario de síntomas.
Aunque fue significativamente mayor el número de pacientes en el grupo placebo que experimentaron síntomas nuevos o empeoraron (19,3 por ciento versus 15,9 por ciento), la cifra de personas a las que hubo que tratar para prevenir un caso de empeoramiento de los síntomas fue alta (30) y sólo dos pacientes en el grupo placebo grupo y uno en el grupo de antibiótico requirieron hospitalización.
Incluso, los pacientes que toman antibióticos registraron significativamente más efectos secundarios como náuseas, erupción cutánea y diarrea, que los que recibieron placebo (28,7 por ciento frente a 24 por ciento). "Nuestros resultados muestran que la mayoría de las personas se recuperan por sí solas. Pero, dado que hay un pequeño número de pacientes que se beneficiarán de los antibióticos persiste el reto de identificar a estas personas", señala Little.
"Estos datos deben animar a los médicos de atención primaria a abstenerse de recetar el tratamiento antibiótico en pacientes de bajo riesgo en los que no se sospecha de neumonía. La orientación de las mediciones de biomarcadores sanguíneos específicos de infección bacteriana podría ayudar a identificar a los pocos individuos que se beneficiarán de los antibióticos, a pesar de la aparente ausencia de neumonía y evitar los efectos tóxicos y costos de los medicamentos y el desarrollo de resistencia en otros pacientes", añade Philipp Schuetz, del 'Kantonsspital Aarau' en Suiza.