MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, siglas en inglés) de Estados Unidos ha mostrado en el mayor y más extenso estudio realizado hasta la fecha, los avances clínicos logrados a través de la terapia de movimiento por coacción-inducción, un régimen de rehabilitación que dura dos semanas y que se aplica a los pacientes que sobrevivieron a un ictus o infarto cerebral pero que sufrieron pérdida de movilidad en uno de sus brazos o manos.
El doctor Steven Wolf, profesor de Medicina de Rehabilitación en la Universidad de Emory en Atlanta (Estados Unidos), es el responsable del estudio multicentro en el que se analizan los efectos de la terapia de movimiento por coacción-inducción (CIMT, por sus siglas en inglés) en un total de 222 pacientes.
El estudio, publicado en 'The Journal of the American Medical Association' (JAMA), fue financiado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD, en inglés) y por el Instituto Nacional de Golpes y Desórdenes Neurológicos (NINDS, en inglés), según informaron en un comunicado.
"Este estudio respalda la evidencia más fuerte hasta la fecha, que la terapia de movimiento por coacción-inducción puede ayudar a los pacientes que perdieron la movilizad en un brazo tras sufrir un golpe", señaló el director del NIH, Elías A. Zerhouni, quien consideró el descubrimiento como una buena noticia para este tipo de pacientes y para aquellas personas interesadas en el tema.
Cada año, más de 700.000 americanos son hospitalizados por sufrir un ictus o interrupción del riego sanguíneo al cerebro. Más del 85% de los supervivientes tienen parálisis en una parte de su cuerpo.
La terapia de movimiento por coacción-inducción entrena manos y brazos de estos pacientes a través de la realización de ejercicios repetitivos mientras paralizan la mano o el brazo que no resultó afectada por la parálisis con un guante de boxeo. La teoría en la que se basa esta terapia sostiene que limitar el uso del brazo o la mano sanas lleva al paciente a emplear los órganos con parálisis.
"Tenemos ahora una intervención que resulta beneficiosa para entre el 5 y 30% de los pacientes que sufrieron un ictus. La CIMT suele ser considerada como una valiosa forma de rehabilitación que abre el camino para futuras investigaciones", dijo el doctor Wolf.