MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), el Hospital Oncológico de Barretos (Brasil) y otros colaboradores han identificado marcadores multiómicos de la exposición a la radiación ultravioleta (UV) que intervienen de forma crítica en la función inmunitaria, tienen el potencial de impulsar el desarrollo del cáncer y podrían utilizarse para predecir la supervivencia de los pacientes con melanoma cutáneo, que se da principalmente en personas de piel clara.
El estudio, publicado en la revista científica 'Nature Communications', también revela características importantes de los melanomas que no están asociadas a la exposición a los rayos UV.
Según los investigadores, esto "abre una ventana de oportunidad para nuevas dianas terapéuticas para una población menos evidente: los pacientes con melanoma acral, que es el tipo de melanoma más común en las personas de piel oscura".
"Estamos revisando muestras muestras clínicas archivadas con tecnologías modernas y herramientas computacionales para construir mapas moleculares del ADN de los pacientes que nos ayuden a descubrir los genes que afectan a la supervivencia y a rastrear los orígenes que impulsan el desarrollo del melanoma", explica el doctor Akram Ghantous, científico del CIIC y coautor del estudio.
Al incluir a pacientes con diferentes colores de piel, los investigadores han ampliado el espectro de resolución a diversas formas de melanoma y conseguimos una mejor comprensión de esos orígenes, que no son necesariamente desencadenados por la exposición a los rayos UV. "Espero que nuestros hallazgos proporcionen a los clínicos una lente molecular que les ayude a ver mejor a través" de la piel de sus pacientes y sus diversos colores", ha apostillado.
En el caso de los melanomas cutáneos que no se produjeron como consecuencia de la exposición a los rayos UV, el panorama molecular y el pronóstico clínico no sólo eran diferentes de los de los melanomas expuestos a los rayos UV, sino que también se parecían a los del melanoma acral, un tipo patológicamente distinto que se desarrolla en zonas de la piel que no suelen estar expuestas a la luz solar, como las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Estas interacciones gen-ambiente en personas de diferentes orígenes étnicos revelan mecanismos de impacto traslacional en la melanomagénesis.
"Los hallazgos interdisciplinarios de este trabajo pueden, sin duda, ayudarnos a los clínicos a ver y analizar los tumores de melanoma desde varios ángulos", afirma el doctor Vinicius Vázquez, médico del Hospital Oncológico de Barretos y coautor del estudio.
La exposición a los rayos ultravioleta está vinculada causalmente al melanoma cutáneo, pero los mecanismos epigenéticos subyacentes, conocidos como sensores moleculares de la exposición, no se han caracterizado en bioespecímenes clínicos.
En este estudio, los investigadores utilizaron potentes tecnologías de secuenciación del ADN para inferir la exposición a los rayos UV a partir de firmas mutacionales y datos clínicos, epigenómicos (metiloma del ADN), genómicos y transcriptómicos integrados de melanomas cutáneos y acrales de dos cohortes multiétnicas.
El principal marcador identificado en este trabajo abarcaba varios sitios de metilación del ADN alterados por la radiación UV, que fueron validados por secuenciación dirigida independiente, lo que ofrece una oportunidad rentable para la aplicación clínica.