Un estudio sobre avisos por suicidio realizado en Bilbao destaca que los adolescentes emergen como grupo de riesgo

Imagen de los autores del estudio que analiza en detalle avisos por conductas autolíticas registrados por SOS Deiak-112 en Bilbao entre 2022 y 2024
Imagen de los autores del estudio que analiza en detalle avisos por conductas autolíticas registrados por SOS Deiak-112 en Bilbao entre 2022 y 2024 - AIDATU
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Publicado: miércoles, 10 septiembre 2025 15:00

Begoña es el distrito con mayor tasa de conductas autolíticas por 1.000 habitantes, el doble que Abando, que es el que menos tiene

BILBAO, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un estudio basado en avisos por suicidio en Bilbao destaca que los adolescentes emergen como grupo de riesgo y que las personas de entre 18 y 20 años son las que más incidencias ha generado. Begoña es el distrito de la capital vizcaína con mayor tasa de conductas autolíticas por 1.000 habitantes, el doble que Abando, que es el que menos casos presenta.

Coincidiendo con el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, se ha presentado este miércoles en Bilbao un novedoso estudio en el Estado que analiza en detalle avisos por conductas autolíticas registrados por SOS Deiak-112 en Bilbao entre 2022 y 2024 e identifica patrones por edad, género y distritos del municipio.

La investigación, elaborada por la doctora en Ciencias Políticas y Sociología, presidenta de Aidatu-Asociación Vasca de Suicidología, Cristina Blanco, junto a los bomberos de Bilbao Beñat Madariaga y Ander Iturriaga, especialistas en Suicidología por la UPV/EHU, ha examinado un total de 1.636 incidencias, 537 en 2022, 537 en 2023 y 562 en 2024.

Los resultados muestran que las conductas autolíticas en Bilbao no reproducen ninguna pauta estacional ni mensual, no reportan incremento en la época estival de navidades, ni reducción de éstos en los meses de primavera y verano.

En los tres años analizados, apenas hay diferencias en el número de llamadas de hombres y de mujeres y el rango 18-29 años es que más avisos proporciona. No obstante, entre los adolescentes hay un "claro predominio de mujeres", con entre el 70 y el 75% de los avisos.

Las incidencias se reparten por todos los barrios de la ciudad, con mayor concentración en distritos de alta densidad y con indicadores socioeconómicos más bajos. Begoña es el distrito con mayor tasa de conductas autolíticas por 1.000 habitantes, duplicando a Abando, que es la que menor tiene.

Predominan las incidencias en domicilios particulares, sobre todo en mujeres, seguidas de casos en la vía pública y, muy por debajo, en centros sanitarios.

Según la presidenta de Aidatu y directora académica del proyecto, Cristina Blanco, los datos demuestran que el suicidio "no es un hecho aislado", sino "un fenómeno social que exige datos rigurosos, coordinación y estrategias preventivas". En este sentido ha afirmado que los registros de SOS Deiak permiten ver "algunos patrones diferenciados de lo que siempre se ha creído".

Las conclusiones del estudio advierten de que el suicidio es "un fenómeno creciente y con patrones definidos" y confirma que "el número de incidencias aumenta año a año, y aunque la progresión no es desmesurada, es lo suficientemente elevada y estructural para exigir medidas de acción".

Además, pone de relieve "factores diferenciales por género, edad y contexto socioeconómico", ya que las mujeres jóvenes registran "más avisos e intentos lesivos", lo que aconseja "programas de detección temprana y acompañamiento". Mientras, los hombres adultos concentran "una mayor mortalidad", lo que obliga a "trabajar en ese segmento para reducir la letalidad".

Los adolescentes emergen como grupo de riesgo que requiere prevención en centros educativos y entornos familiares, mientras en las personas mayores, "la prevención debe abordar la soledad y las enfermedades crónicas".

"Queremos que este trabajo sea útil, y que pueda servir para que las administraciones, de las que dependen esos profesionales de primera intervención, vean la necesidad de implantar formaciones periódicas y de calidad sobre la conducta suicida para su personal", han indicado los bomberos Beñat Madariaga y Ander Iturriaga.

En su opinión, "lo ideal" es que tanto bomberos, policías como personal sanitario de emergencias y operadoras del 112 recibieran "formación de calidad con la que poder entender mejor la conducta suicida, para poder así atender mejor a esas personas que están sufriendo". "De hecho, consideramos que una formación y un procedimiento conjunto para todos ellos es primordial", han asegurado.

RECOMENDACIONES

El estudio recomienda que buscan "orientar a las instituciones y a los equipos de emergencias hacia una mejor atención y prevención de las conductas autolíticas".

Las propuestas se articulan en torno a cinco ejes estratégicos, uno relativo a la información y registros, que plantea homogeneizar la forma en que se registran las incidencias en SOS Deiak-112, crear series temporales comparables que permitan observar tendencias en el tiempo y, además, cruzar esta información con indicadores socioeconómicos.

El objetivo es poder identificar vínculos entre las conductas autolíticas y factores estructurales como renta, educación o exclusión social "para poder diseñar planes de prevención adaptados a la realidad de cada distrito".

Además, el estudio pone el acento en la necesidad de "una formación común para todos los primeros intervinientes", como bomberos, policía, sanitarios y operadores del 112 y reclama que "todos compartan un mismo protocolo de actuación" así como que "la formación incorpore también la atención a familiares y allegados en el momento de la crisis".

También defiende programas de formación "más especializada y multidisciplinar", actualizados "de forma continua" y "nutridos de buenas prácticas".

Por otra parte, los investigadores proponen realizar estudios por territorios que relacionen las incidencias con factores sociales de cada distrito, así como investigaciones específicas en colectivos vulnerables, como jóvenes, personas mayores, personas LGTBI+ o con problemas de salud mental.

Además, asegura que las conductas autolíticas "no se explican sólo por factores individuales, sino también por los contextos sociales" por lo que cree que la prevención debe abordarse desde la comunidad".

"La estrategia pasa por implantar programas de detección precoz en colegios, institutos y centros de salud, y por reforzar la actuación en los barrios más afectados, implicando a centros educativos, sanitarios y asociaciones vecinales", aseguran.

También se recomienda impulsar campañas públicas "que contribuyan a desestigmatizar el suicidio" y permitan "hablar de él sin tabúes", acompañadas de la creación de "redes comunitarias de apoyo que acompañen a las personas en riesgo".

Finalmente, los autores subrayan que "ninguna medida será eficaz sin una coordinación real entre instituciones" y, en este sentido, sugieren establecer "protocolos claros de derivación y seguimiento" entre emergencias, Osakidetza, servicios sociales y ayuntamiento, y la creación de mesas interinstitucionales permanentes que permitan compartir datos, experiencias y diseñar estrategias conjuntas.

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